Prólogo: El Diario

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Prólogo: El Diario

¡No me sueltes! — Grita Erick luego de agarrarme la mano.

Empezamos a correr por la playa mientras sentíamos el aire golpear nuestras caras, segundos después siento que me hala hacia el suelo arenoso. Caemos para luego rodar por toda la arena llenándonos completamente de ella, llenando los lugares que no conocíamos con ella.

Nos detuvimos para luego sentarnos en la arena. Aun agarrados de la mano, Erick y yo decidimos ver el atardecer mientras se escuchaba el sonido de las olas romperse o pegar contra cierta piedra. El sol ya daba sus últimos rayos, de un momento a otro escucho suspirar a Erick, me detengo a verle.

— ¿Qué pasa? — Inquiero.

— Nada dura para siempre, Grace. Todo tiene un final y no hay nada más que aceptarlo y afrontarlo a lo máximos, sin importar cuanto hemos llorado mientras las verdades salen a la luz y del dolor de esa partida.

— ¿A qué te refieres? — Mi voz se escuchaba quebradiza, tenía el temor que él se fuera y me dejara sola.

— Las palabras duelen y son verdaderas cuando se tratan de ser tus últimas, hay que creerlas aunque sientas que la tristeza te cubre. Algo que quiero que recuerdes y nunca los olvides, es ese día en que nos conocimos además de todos los días que uve a tu lado sin importar qué. Todo duele en este mundo de porquería, hasta el mínimo gesto en tu cara. No llores mi pequeña guerrera.

Sin más, Erick se levanta y suelta mi mano para luego apartarse e irse, todo esto me es borroso por las lágrimas que van saliendo por mis ojos...

— ¡Grace! — Escucho el grito desesperado de mi madre.

Me levanto de mi cama con los ojos húmedos por las lágrimas provocadas por el sueño que tuve con Erick. Miré rápidamente a mi madre, la cual, tenía el teléfono de la casa en su pecho.

— ¿Qué pasó, ma?

— Erick. — Susurró.

— ¿Qué pasó? — Empecé a sentir las lágrimas resucitar de mis ojos.

— Ten. — Me extiende una agenda.

— ¿Qué es esto? — Sonrío pensando que es una broma de Erick.

— Hija, — Dirijo mi atención a mi madre, y luego dice las palabras que me cambiaron mi vida — Erick se suicidó.

— ¡¿Qué?! — Las lágrimas brotan de mis ojos como una cascada, aferro la agenda en mi pecho justo encima de mi corazón con la mano izquierda y con la derecha en mi vientre. Para luego gritar haciendo que hasta los que viven por el estrecho de Bering me escuchen...

¡El Diario De Erick!

Es uno de los proyectos que llevo pensando desde que finalicé "Cristopher", hasta ahora pude lograr que al fin se diera. Puse mi alma y corazón en este pequeño prólogo además de mis sentimientos, esta es mi primera vez que lloro mientras escribo :).

Espero que les guste, también espero que voten y comente.

El Diario De ErickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora