Capítulo 100

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María Raquel

Entro por la puerta de mi salón con inseguridad...

La mayoría me ve directamente a los ojos y siento como no apartan su vista de mi persona. Algunos comentan entre ellos de manera susurrada y no puedo evitar pensar que están hablando mal de mí, o puede que solo este haciendo suposiciones...

Mis ojos buscan con desesperación al chico de la mirada más preciosa, y mi corazón se desploma al no encontrarlo...

Creí haber escuchado su voz en medio del profuso bullicio al cual estoy acostumbrada, creo que solo me lo imaginé...

Mi mirada recorre los rostros de cada uno de mis compañeros y sonrío

Veo a Xiomara conversando con Yovana y Margot

Veo a Marina, Juliza, Yacira, Hadee y Leydi riéndose entre ellas

Veo a Noemí y Tania sonriendo

Veo a Karen y Leslie tomándose fotos con su celular

Veo a Alessandra y Naomi hablando sobre situaciones del año pasado

Veo a Liz, Yazuri y Vanessa comentando del cantante Ed Sheeran y del grupo de k-pop BTS

Veo a Aracely, Yanina, Nicolle, Jazmín y Valeria viendo a través de la ventana en donde estoy segura que están espiando a los chicos de quinto de secundaria

Veo a Flavia conversando con una chica que no conozco, pero que parece ser confiable

Veo a Brenda escribiendo algo con suma atención

Veo a Alexia hablado con un chico de otro salón

Veo a Alejandro, Henry, Eduardo y José Manuel balbuceando sobre sus escarceos

Veo a Elmer, Ismael y Carlos susurrando de que Lisset y Rony se cambiaron de escuela

Y por ultimo veo a Noé y a Adrián mirándome

Intensifico mi sonrisa y reparo en que aún sigo parada al costado de la puerta con la vista perdida, me muerdo el labio inferior para ocultar mi vergüenza y comienzo a caminar en busca de un sitio desocupado...

Noto de inmediato un lugar vacío al lado de Brenda y me siento ahí...

-hola Brenda- la saludo

-hola María Raquel- dice y deja a un lado el cuaderno en el cual estaba escribiendo

-¿todo bien o alguna novedad?

-no, nada...- responde -solo que hay una chica nueva en el salón...

Volteo a ver a la chica nueva que me ha señalado mi amiga, quien ahora conversa animosamente con Henry.

Desvío mi mirada y comento

-parece que se está llevando bien con todos...

-eso creo- sonríe

Tamborileo los dedos en la mesa, y sin poder controlar mis impulsos, mis ojos ya lo están buscando de nuevo.

Examino con minuciosidad cada rincón del salón, cuando mi corazón late a toda velocidad al encontrarlo...

Todo el tiempo estuvo aquí y no me dí cuenta...

Que despistada...

Se acomoda el cabello levemente hacia atrás, y me encanta como lo lleva puesto. Acto seguido extiende una fascinadora sonrisa en su rostro y no puedo evitarme quedarme embobada.

Recupero la compostura luego de unos minutos, y el recuerdo de algo que he hecho hace unas semanas me arrebata la sonrisa...

La carta.

La carta que le dí a Naomi para que se lo entregue a Rodrigo.

La carta que contenía mi declaración.

Su posible reacción me ha asaltado en sueños, todas las noches...incluso en algunas no he podido dormir...

Y hoy que estamos compartiendo el mismo ambiente, la idea de que me aborde en algún momento y me pregunte el por qué de la esquela, me resulta casi aterrador...

¿podré decirle mirándolo a los ojos todo lo que siento por él?

No estoy segura...

De pronto él ladea la mirada y se encuentra con mis ojos, me observa como si le agradara verme después de tiempo, y noto que su expresiva mirada reluce una absoluta felicidad...

Me saluda moviendo levemente la cabeza y alza las cejas. 

Sonrío y le susurro- hola 

Amplia su sonrisa y los dos nos seguimos mirando.

¿habrá leído la carta?...sé que es así, pero lo que me preocupa es que piensa acerca de eso...

La incertidumbre ocupa mi mente en estos instantes.

La incertidumbre de saber si siente algo mínimo por mí.

La incertidumbre de creer que dejará de querer a Liz para siempre, y que comenzará a quererme a mí, solo a mí...

Mi destino en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora