CHERRY WINE O.S

Unico

Me encontraba recostada en el sofá, mientras miraba un programa, el cual desconozco, en la tv.

Me sentía relajada, desde hace semanas que no me sentía de esta forma, mi vida se había basado en ir y venir, tomar vuelos y bajar de autobuses.

No era sencillo, claro que no lo era.

Nadie me había dicho que tan difícil iba a ser, tener que verlo cada cierto tiempo, asumo que el también esta cansado de esta situación.

Ensayos, entrevistas, lidiar con los reporteros junto a los rumores, los malos comentarios, las presentaciones, sube aquí, baja por acá, viajes por todo el mundo, sesiones fotografías, fan meeting's.

Lo mio no era tan diferente, juntas aquí y allá, redacta esto, saca presupuesto de aquello, firmas, jala aquí, suelta allá, entrevistas hasta tarde.

Trabajo, trabajo, trabajo, trabajo.

No lo veía seguido por esa razón, demasiados ocupados dentro de nuestros propios mundos como para intentar encajar en del otro.

Ambos habíamos decidido eso.

Pero aunque estuviéramos de acuerdo con todo, no podía evitar tener pensamiento malos, no respecto a el, sino respecto a mi.

Habían noches que pensaba si en verdad valía la pena quedarme, esperarlo y verlo cuando tenga la oportunidad. Irme y mandar todo a la mierda, dejarlo y no esperar más para estar junto a el...

Pero no podía, no quería.

Estaba tan jodida por el que la idea de ya no formar parte de su vida me dolía, pero también estaba consciente de lo que el podría pensar, el sentimiento de inseguridad en mi siempre estaba presente, empujando mi corazón hacia mis pulmones, tratando de acortar el aire en ellos.

Estaba segura que el no podía ser siempre el chico sonrisa, el del mejor humor, el que siempre esta feliz. Había días en los cuales llegaba de sorpresa, solo para entrar a la habitación y dejarse caer en la cama, a veces cenábamos o veíamos películas en la sala de estar.

Pero siempre pasaba que me levantaba al día siguiente y ya no estaba, mentiría si no dijera que no duele al no verlo en la cama junto a mi. Quería verlo feliz todo el tiempo, intentar calmar sus dolores y sus preocupaciones, por algo seguía aquí, por algo lo seguía esperando, seguía con esperanzas.

Deje caer mi cabeza hacia atrás, solté un suspiro cansado.

Mi vista se fijo a las bolsas de compras que estaban en el mesón, ahí oculta entre las demás cosas había una botella que me había regalado la vecina del piso de abajo. Mi departamento, sentía que era como un lugar especial, podía unir a muchas personas y crear bonitos momentos y luego recordé la última semana, la cual había sido una total mierda y no había nada que pudiera superarlo.

Era graciosos que lo único que tenia para embriagar mi conciencia fuera ese asqueroso vino de cereza, diablos como lo odio.

Me levante sin ganas y camine hasta las bolsas, saque aquel horrendo vino y regrese al sofá. No necesitaría alguna copa o vaso, solo seria yo, la cama y la botella, un perfecto sábado en la noche.

—[...] La suricata​​​​​​​ es una especie de mamífero carnívoro de la familia Herpestidae que habita la región del desierto de Kalahari y el Namib en África, Nombre científico: Suricata suricatta, familiares de los Herpestidae de la clase: Mammalia, reino de la Animalia, su promedio de vida: 12 – 14 años (En cautiverio)