Capítulo XIX

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A. J. Phoenix

—¿Ya lo supo jefa?, —preguntó Lucas.

—¿Qué se supone que debo saber?, —respondió Sandra, y como era normal desde hace un par de meses, de mal humor.

—Ya salió el primer veredicto del juicio, —explicó el asistente de la mujer.

—¿Qué juicio?, —insistió la mujer, ella todavía no se ubicaba.

—La demanda del Odia-gays contra el periódico.

—Y supongo que no se le debe nada al desgraciado ese.

—El Odia-gays gano el primer round, los abogados ahora están apelando el monto, pero mis amigos dicen que es poco probable que se pueda ganar la demanda.

Sandra Morrisón sabía bien lo que esto significaba, la Gaceta de Alba no estaba en condiciones de afrontar una demanda, bueno más de una, ya había media docena en contra del diario; pero ninguna por el monto reclamado por Phoenix. Y en este momento ese empleo era su única entrada; cuando empezó el juicio, la cadena de televisión rápidamente suspendió su espacio de chismes de farándula; ellos no se iban a arriesgar a ser enlodados en este cuento, aunque bien que se lucraron cuando ella elevó el 'rating' de casi nulo a varias decenas de puntos con su programa en la hora matutina y donde se esperaba poder abrir un programa de entrevistas en la noche; y ya estaba en conversaciones con la empresa de teledifusión cuando de repente la tortilla se volteó y sus planes se volvieron humo y espejos.

En estos tres meses, desde que se inicio la demanda, la plantilla del periódico prácticamente se había reducido a la mitad; y no fueron por despidos del personal, sino que muchos vieron lo que se venía encima y como ratas ante el barco que hunde, corrieron a los primeros maderos que ya flotaban; la merma de personal, sobre todo de reporteros calificados, así como la desaparición de muchas de las publicaciones semanales de los columnistas seguía haciendo mella en el periódico, menos publicidad con la que financiarse, menos público interesado en leer el papel, menos entradas a la suma; ya incluso se hablaba de empezar a reducir personal a un mínimo, esto es lo que se estaba corriendo a viva voz, sobre los futuros despidos.

Y todos la miraban a ella; ella era la causa de esta desgracia. Una vez alguien comentó en el pasillo que no entendía por qué simplemente no terminaban de botar a la "perra de la Morrisón". Y eso era algo que tampoco comprendía ella, por qué simplemente no la lanzaban a la calle y ya se terminaba esta agonía. Al menos una vez fuera ya buscaría algo; y si no conseguía nada, bueno siempre podía vender tortas a las vecinas; ella era buena haciendo pasteles, así se había pagado en parte los estudios de su carrera de ciencias de la comunicación.

Sandra se levantó y paso frente a baboso de Lucas, fue hasta donde estaba el jefe de prensa y entró en la oficina del sujeto.

—¿Qué deseas Sandra?, —preguntó Simón Gómez al ver entrar a la mujer.

—¿Puedo preguntar algo?, —dijo la mujer sentándose en frente del hombre mayor. El sujeto asintió. —¿Por qué..., por qué no me despiden?

Simón miró a la Morrisón, era una mujer a la mitad de sus treinta, se había teñido el pelo de rubio oscuro cuando empezó a trabajar en la televisión; era, como decía ella, una forma de refrescar su imagen. Ahora, sin tener que presentarse en el aire, las raíces negras ya eran nuevamente visibles. No era una mujer atractiva, pero tampoco era fea; tenía unos ojos grandes y oscuros; una boca de labios gruesos; la piel era de un moreno claro, que se notaba que se cuidaba de no exponer al sol para no oscurecerla más.

Simón la contrató como reportera de noticias al ver como la mujer se había superado a si misma. Había iniciado como una de tantas mecanógrafas que transcribían las noticias, los obituarios, y otras cosas dentro del espacio. Y mientras trabajaba ella vio que le gustaba el medio, y pidió permiso para estudiar; ya era adulta cuando se matriculó en la escuela de comunicación; y vaya que le puso empeño y trabajo en ello; a los cinco años tenía su título y la oportunidad de ejercer como periodista. Inició como muchos en sucesos, cubriendo las noticias del día a día.

Sólo Negocios - Serie: Agencia Matrimonial - 02Donde viven las historias. Descúbrelo ahora