|CAPÍTULO 30|

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Alex

15 Horas antes.

Estaba cocinando algo mientras escuchaba a Leila hablar por teléfono con Matt, al parecer habían accedido a tener una cita con él, parecía una loca gritando, así que decidí decírselo.

- ¡Leila! ¿¡Podrías dejar de gritar como una loca!? -grité desde la cocina.

- ¡Lo siento amor! -dijo riendose.

Después de terminar de cocinar, nos pusimos a comer y a hablar, al parecer estaba muy emocionada por la cita de Matt, así que decidí invitarla a cenar, hace bastante no salíamos a algún lugar así. Al decírselo se puso a saltar con un gran entusiasmo. Me encantaba verla así de emocionada, la amo demasiado.

- Entonces mañana a las 8 salimos a cenar ¿te parece? -dije mirándola con una sonrisa mientras nos secamos las manos después de lavar los platos.

- ¡Claro que sí! Va a ser perfecto y hermoso. -dijo abrazandome.

- ¿Sabes una cosa? -dije mirándola desde arriba mientras me abrazaba.

- ¿Qué? -dijo sonriendo.

- Eres lo mejor que pudo haberme pasado en la vida. -dije besándola.

- Y tú eres lo único que me ayuda a no decaer de nuevo. -dijo abrazándome con más fuerza.

- Sé que no lo digo seguido, pero te amo Leila, más que a nadie, ni nada. -dije mirándola seriamente.

- Lo sé Alex, y por eso vamos a estar juntos hasta viejitos.

- Eso es verdad. -dije llevándola a la habitación conmigo.

- Ven, vamos a dormir, mañana hay que ir al instituto. -dije subiendo las escaleras.

Subimos a la habitación y nos quedamos completamente dormidos, tenía que planear todo para mañana.

-7 Horas.

- Sí, muchas gracias, hasta luego. -dije cortando la llamada, bien, un asunto menos.

Estaba en clases y no podía dejar de pensar en Leila, de verdad amaba a esta chica. En ese momento mi celular vibra, lo sacó de mi bolsillo y tenía un mensaje.

{Conversación de WhatsApp}

Lourdes: Hoy a las siete en donde nos encontramos por primera vez, quiero terminar de una vez por todas con esta estupidez.

Alex: ¿Y si no voy qué?

Lourdes: ¿Quieres que lastimen a tu querida Leila?

Alex: No se te ocurra tocarle un solo pelo.

Lourdes: Entonces ya sabes que hacer.

{Fin conversación de WhatsApp}

Genial, ahora tenía otro problema, la psicópata de la madre de Leila, maldita sea ¿nunca voy a tener un día común y decente con mi chica?

Seguí prestando atención a la clase, pero en mi mente ya tenía una preocupación enorme por Leila, no quería que nada le pasara, y tengo que verla a las 8, supongo que tendré tiempo, tampoco tomará tanto tiempo ir a hablar con esa mujer loca. Luego de ese encuentro podré seguir normalmente con los planes que tenía esta noche con ella, de tan solo pensarlo una sonrisa se me forma.

Luego de que termine el horario fui por Lei, nos despedimos de los chicos y nos dirigimos al auto, eran las cinco de la tarde, aún había tiempo. En el trayecto fuimos hablando de cómo se vestiría, que comemos, y todo ese tipo de cosas que se hacen en una cita. El restaurante que elegí era uno de los más elegantes de aquí, así que a Lei le encantaría.

Los Cambios siempre existieronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora