Si, prácticamente empezaría con el clásico"querido diario". Pero estamos en el siglo 21, demonios.
𝙻𝚎𝚎 𝙷𝚢𝚎 𝚁𝚒𝚗, 16 años, ultimo año de escuela secundaria, 1,55 de estatura, cabello hasta la cintura, ondulado, de nacionalidad coreana. Si, soy yo y una breve "explicación" de todo lo que soy, en algunos aspectos.
Mañana comienza en ultimo año escolar, los nervios están a flote me miren por donde me miren, mis manos tiemblan y mis pupilas se mueven de un lado a otro, intentando procesar en mi estupido cerebro como llegue a este punto escolar. Luego de un gran debate mental con saltarme las clases o no, decido que no, espero poder socializar algo, y no quedarme sola igual que los últimos 4 años.
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𝙷𝚢𝚎
𝟼:𝟶𝟶 𝚊𝚖. 𝚂𝚎𝚘𝚞𝚕, 𝙲𝚘𝚛𝚎𝚊.
La alarma retumba en mis oídos, la melodía de 5SOS suena a casi todo volumen, indicándome que son las 6 de la mañana, y debo comenzar mi nueva rutina escolar, horrible. Detengo aquel sonido de inmediato, me siento en la cama observando algún punto cualquiera, suelto un suspiró sabiendo que no hay mas opción. Teniendo en cuenta que de un 100% de alumnos, mas del 70% alquilan las habitaciones de la escuela, incluyendome. En parte, vivimos en la escuela.
Aproximadamente 35 minutos pase en la ducha, reviso la hora, y me doy el tiempo de colocarme el uniforme frente al espejo, seco mi cabello y pongo algunas trabitas sujetando mechones atras, tomo un poleron de color negro, justo hasta el borde la falda, holgado y con cierre, claramente no era mio, sino de el queridísimo Chan, mi hermano mayor, uno de ellos.
Al terminar mi maquillaje y un cereal de desayuno, tomo mi mochila y salgo de mi habitación,
ya rumbo hasta el edificio de al lado, la escuela. Logro ver algunos compañeros caminar hasta el edificio siguiente, al igual que yo. Desde ya comienzo a escuchar murmullos a medida que avanzo, todos los alumnos están formados, algunos con sus grupos de amigos o padres, ellos son los que no viven aqui, pocos realmente. Mis uñas se entierran levemente en la palma de mi mano, sinónimo de nervios, doy pasos al frente caminando hasta la fila de mi salón, poniéndome en uno de los últimos puestos, mantengo la vista baja, esperando con todas mis ganas el jodido discurso del director. Quiero irme, quiero irme, quiero irme.
Cada alumno estaba en su respectivo puesto, el profesor estaba frente nosotros, luego del discurso todos fuimos a los salones, y tal como ahora, el profesor intenta hacer silencio para poder dar su típica bienvenida. Una vez consigue el silencio para poder hablar, es interrumpido por dos golpes en la puerta, seguidamente es abierta y yo simplemente olvide como respirar.
Jeon Jungkook entró con una sonrisa, saludando al profesor y disculpándose por su demora, sus amigos imitaron su acción, y fueron a los últimos puestos. Los murmullos de las chicas diciendo que ya extrañaban su rostro, que estaba mas musculoso, todo esos tipos de comentarios fueron detenidos cuando el profesor golpeo el pizarrón, comenzando por fin con su clase.
Mi corazón latía tan fuertemente, mi respiración fue cortada por breves segundos, sentía mariposas, quizás caballos, quien sabe, solo con verlo mi mundo se detuvo. Jeon era el dueño de cada sonrisa que daba en medio dé pensamientos, el dueño de mi corazón. Hace cuatro años, comenzamos ambos en esta escuela, desde entonces, nunca hablamos, nunca. Siempre intento saludarlo, el solo sonríe o asienta, de vez en cuando chocamos y una disculpa es todo lo que puedo conversar con el, el año pasado, me llene de valentía y deje un pequeño dibujo de el sobre su escritorio, y bueno. Cada semana fui dejando desde pequeños dibujos, hasta pequeñas notitas deseándole un buen día. El solo las veía, guardaba, y me sonreía. Y no se si este año sea igual, quien sabe si en el verano encontró una novia, o ni siquiera me recuerda, bien, quiero desaparecer ya.
Pase toda la clase analizando todo lo que pudo pasar, lo que puede pasar, y lo que nunca sucedera con Jeon. El timbre indicando el receso me hizo salir de mis pensamientos, doy golpecitos en mi frente soltando una maldición por lo bajo, guardo mis libros en mi mochila y la tomo, pienso salir, pero me detengo en seco al ver que Jungkook y su grupito de amigos querían pasar, hago una inclinación con la cabeza disculpándome y los dejo pasar, rápidamente un color carmesí sube a mis mejilla, apretó las tiras de mi mochila en uno de mis hombros y camino detrás de ellos, y cuando pienso que podré ir a esconderme todo el receso, Jeon se gira dedicándome una linda sonrisa antes de irse a la cancha de fútbol con los demás, dejándome con el corazón a mil.
Aun me pregunto de donde demonios saque esta valentía, pero aquí estoy, decidida a volver con las notas y los dibujos, sentada sobre mi poleron, en el pasto, con una pequeña libreta en mis manos, dibujando al mismísimo Jeon Jungkook. Quien se encuentra jugando un partido de fútbol contra chicos del otro salón. Los minutos pasan volando, es hora de volver a clases, arranco la hoja de mi libreta, y corto el pequeño dibujo de el junto con el balón de fútbol, dejo en la esquina superior un pequeño mensaje. "𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐝𝐞𝐯𝐮𝐞𝐥𝐭𝐚. -𝐇𝐲𝐞" Me pongo de pie tam rápido como puedo, vuelvo a ponerme el poleron y la mochila, y camino hasta el salón de química, siendo casi una de las primeras en llegar, dejo el pequeño dibujo en la esquina de su mesa, y me siento en mi lugar, queriendo desaparecer al verlo entrar tan radiantemente, y su rostro cambiar a medida que va a su lugar, si, al ver el dibujito.
Realmente quiero desaparecer, tonta HyeRin, tonta, tonta.
𝙽𝙾𝚃𝙰
hσlα, єѕtα єѕ mí prímєrα híѕtσríα tσtαlmєntє, nσ ѕσч вuєnα єѕcríвíєndσ ní tєngσ lα mєjσr σrtσgrαfíα, єѕpєrσ puєdαn dαrmє αpσчσ. ¡grαcíαѕ pσr lєєr!🥰
