Parte Única

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—¿E-es que acaso no fui suficiente para ti?— Louis susurró y Harry no contestó. Esa era respuesta suficiente. —¿Entonces esto en realidad es todo?— Louis preguntó; roto, llorando, con la mirada perdida.

—Seremos amigos, Lou. Tenemos el mismo grupo de amigos. En verdad no es como si te dejara de querer—. Harry dijo midiendo muy bien sus palabras y con una sonrisa melancólica en su rostro. 

Louis asintió de nuevo. Si esa era la manera podía tener a Harry no dejaría pasar la oportunidad de tenerlo cerca.  Amigos. Auch. —Creo que debería irme...— Louis no se inmutó. Dejó salir las lágrimas en silencio. —Nos vemos Lou.— Harry dijo lentamente y analizó por última vez el rostro del chico al cual le había roto el corazón, de nuevo. Se colocó de pie para salir por la puerta del apartamento que ambos compartían sujetando sus maletas con fuerza.

Harry era el que tenía que irse de aquél apartamento, el piso era de Louis y no podía quedarse ahí. Buscaría asilo con alguno de sus amigos y si no lo encontraba, volvería a casa de su madre.

La puerta se cerró y Louis dio un respingo al escucharla. Bajó la cabeza y sollozó para después tomar su teléfono del sofá. Un pitido...dos pitidos... —Niall... Te necesito.— Su voz era nula, era como un susurro y su respiración era pesada. Niall supo al momento lo que pasó, sabía que esto iba a volver a pasar y no estaba seguro si Louis podría soportar que Harry rompa su corazón tantas veces.

—Ahora voy, Lou. No te preocupes. Aquí estoy. Estoy de camino.— 

De los cinco chicos del grupo, Niall era el mejor amigo de Louis. Siempre estaba para él y cuando el chico se llevaba otra decepción del universo ahí estaba Niall para consolarlo. Cuando Louis tenía uno de sus planes estúpidos ahí estaba Niall para secundarlo y apoyarlo. Cuando Louis tenía cualquier problema ahí estaba Niall para ayudar a resolverlo. Niall era simplemente el mejor.

Quince minutos después la puerta se abrió y Louis se puso de pie. Niall lo miró desde la entrada, y sí, Louis estaba completamente destrozado. Corrió a abrazarlo. Louis apoyó su cabeza en el pecho del rubio mientras este lo abrazaba por el cuello pegándolo más a él. —Tranquilo Lou... Ya estoy aquí. Harry no te merece y esto lo sé yo, lo saben los chicos, lo sabe Harry, ¡y por favor! Lo sabes tú también.— 

Louis no supo qué otra cosa hacer a parte de llorar en el hombro de su mejor amigo. —Niall t-te juro que no sé que hice mal. Lo di todo por Harry. Lo juro, juro que no he hecho na-nada malo y-y yo en verdad— su voz se convirtió en un hilo roto —en verdad lo amo.— Sollozó. Y era verdad. Louis había dado absolutamente todo por Harry; su orgullo, sus valores, su tiempo, su corazón, su salud mental. Todo. Y el mundo entero sabía eso.

Niall ya no sabía que hacer. Esto había pasado tantas veces entre Louis y Harry. Iban y venían desde que tenían dieciocho y ahora ambos tienen veintiséis y esto mismo sigue pasando. —Louis...amo a Harry también, es de mis mejores amigos así como lo son también Zayn y Liam, pero por Dios, Louis, esto te va a terminar matando. Te está matando. Y detesto decirlo, pero debes alejarte de Harry. No te hace bien.—

Louis sabía que tenía que hacerlo pero simplemente no podía. Sabía que si lo hacía se quedaría solo. Se sentiría solo. Y aún así, después de todo, si Harry llama a las tres de la madrugada Louis contestaría porque son amigos ¿no? Eso dijo Harry. 

No, Louis contestaría por que jamás dejaría de amar a Harry a pesar de que se comportara como un verdadero imbécil con él. 

Una hora había pasado y Louis ya estaba calmado. —No Niall, sé que este no el final entre Harry y yo. Sé que aún hay más. Lo puedo sentir. No me voy a alejar de Harry si aún hay una mínima posibilidad de que estemos juntos de nuevo.— Louis rompió el silencio y Niall rodó los ojos. A veces su mejor amigo podía ser muy idiota. 

Whatever It Takes To Love Again ·Larry Stylinson· OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora