Innecesariamente oportunos

CAPÍTULO "R 3"

Todo esto se volvió una completa mierda. Smith sigue en el hospital donde es tratado, yo no he tenido ningún maldito encuentro con alguien todo por eso... ¡¿Por qué esto me tiene que pasar?! Con las ganas que tengo de dejar a alguien preñado... Pero fue por Smith, aunque él ahora mismo no me da su trasero para hacerlo aun más mío, sé que pronto lo será. No es como si las veces que estuviera con él en su casa no lo hiciera sin su consentimiento, pero no puedo evitar no hacerlo cuando lo tengo tan cerca. Nunca había sentido un trasero tan grande y suave como el de Alexander.

Pero como dije, no tenía de otra, tan sólo llegar a mi propio departamento aunque ahí yo tenía una sorpresita para el pequeño Alexander.
Los bomberos levantaron muchos escombros y en todos ellos encontraron un teléfono celular, el teléfono celular de Alexander y justo hoy me lo darán... Tendré en mis manos los secretos del pequeño perro.

Hoy me llegarían todas esas cosas importantes y claro que lo hicieron. En la puerta de mi departamento se encontraba la caja en donde vendrían todas esas porquerías, menos el celular... Jaja, no puedo ni esperar para ver todo lo que hay aquí.

Cabe decir que en estos días he estado haciendo más ejercicio de lo normal. Si bien perdí la atención de muchos que ni recuerdo sus rostros, no quiero perder la oportunidad para poder conseguir nuevas caras y nuevas personas en mi cama.

Cuando entre a mi departamento lo primero que hice fue abrir aquella mágica caja que me daría increíbles respuestas a todo lo que necesito.

- Veamos qué escondes Alexander.

Proseguí a abrir la caja con una de mis garras y esas siempre han sido ventajas de ser un cocodrilo, marcar todo lo que ha pasado sobre mi cama... Esa marca ya es muy conocida y cualquiera que la vea en una persona, sabrá quién se adueñó de su cuerpo.

Por suerte, el tonto de Smith dejó su celular desbloqueado, ¿por qué no usaría contraseña o algo para bloquearlo? Siempre lo tiene cargando consigo así que algo importante debe de haber ahí.

Me senté en mi sofá para tener la mayor comodidad mientras revisaba las cosas "pendientes" de mi pequeño Smith... Aunque no había nada interesante más que llamadas de su trabajo en la escuela... Agh, maldita bruja, ¿por qué llamó demasiadas veces?

- ¿Eso es todo Smith? ¿Sólo ocultabas trabajo? Que desperdicio de mi tiempo.

Me iba a dar ya por vencido... Pero hey, creo que vi algo que me atrajo mi atención. Entre todos ellos había un número que había marcado de forma insistente justo unos días después del incidente en el edificio... Y el número está registrado... ¿Will Evans? ¡¿Quién diablos es Will...?!

- ¡¿Acaso es ese maldito del que Alexander está enamorado?! Hmm... No te preocupes pequeño perro, yo resolveré esto por ti.

¡¿Cómo se atrevía a aparecer así de la nada aquel tipejo?! ¡Y más cuando yo estoy presente! Pero... Esto no se quedará así, ¡Ja! Claro que no lo hará.
De seguro ese Will idiota no sabe ni de la situación actual de Smith, así que me tomaré la molestia de escribir por mi Alexander.

- ¿Quién eres? ¿Por qué llamas tantas veces a mi número? Oohh... ¡Ahora lo recuerdo! ¡Eres aquel con el que salía! Lo siento tanto, pero si no me encuentras es porque ahora mismo me encuentro con alguien y nos fuimos muy, MUY lejos de aquí.
Por favor, no vuelvas a llamar porque mi novio querrá golpearte y hacerte algo que no quieras.

Con cariños y aprecio: Alexander Smith.

Con eso debería de bastar para dejar a ese tipo en su lugar... Además, fue el mismo que no vio por su seguridad... ¡¿Qué mierdas hace ahora haciendo su acto heroico por llamar a Smith?! ¡Incluso él pudo salvarlo! Agh... Que dolor de cabeza.