~ "¿Cómo estás, mi osito?" Una dulce voz llamó y Taehyung sonrió ampliamente, sabiendo ya quién era. El niño pequeño giró su cuerpo y miró hacia la puerta corrediza donde su madre estaba parada, mirándolo. Ella salió y se dirigió hacia él, inclinándose un poco con las manos suavemente presionadas contra las rodillas.
"¡Bien, mamá! ¡Ya casi termino!" chilló alegremente, con la frente manchada de tierra y sudor. Levantó las manos con los guantes de jardinería demasiado grandes que llevaba puestos. Su madre había insistido en que él esperara hasta que ella comprara unos de su tamaño, pero él se negó rotundamente. "¡Todas las giraflores están listas, y los lirios y mamá! ¡Las rosas huelen muy rico!" Taehyung había mostrado un gran interés en ayudar a su madre con un pequeño jardín que tenían en su patio trasero.
"Girasoles, mi cielo". Ella corrigió al niño de cinco años y le revolvió el cabello con amor. "Ya veo, todas se ven hermosas. Parecen felices de que hayas ayudado a plantarlas". Ella se sentó a su lado contemplando un par de tulipanes al lado de su hijo mientras él suspiraba feliz, orgulloso de hacer feliz a su madre también. "¿Ves las flores que están allí, ángel?" Preguntó mirándolo esta vez. "Me gustan, me recuerdan a ti".
"¿De verdad?" ladeó la cabeza, con una sonrisa tímida hacía su madre. "Pero el libro de flores de Nana ... dice que los tulipanes son delicados ... y papá dice que soy débil" su sonrisa de pronto fue reemplazada por un pequeño puchero. Pensó que su madre también lo estaba llamando débil.
Su madre sacudió la cabeza suavemente y le acarició la mejilla regordeta con el pulgar. "Ser delicado no está mal, Taetae. Significa que realmente te importan las cosas. Además, ¿Nana terminó de leer sobre los tulipanes? Están tan llenos de vida ... de colores. Pueden alegrar cualquier cosa ...", dijo. suavemente. "También puedes hacer eso. Tienes el potencial de hacer sonreír a alguien y debes saber eso sin importar que". El chico solo la miró cálidamente y asintió ante esas dulces palabras. "Taehyung ... Mi Taehyung ... Nunca dejes que nadie te diga lo contrario. Nunca cambies. Prométemelo".
El chico de cabello castaño asintió de inmediato, sabiendo que una promesa era importante, incluso a su corta edad. "¡Te lo prometo por el meñique mami!" Dijo sonriendo de nuevo y mostrándole su meñique para sellar la promesa. La mujer sonrió amorosa y unió su meñique con el suyo. ~
Taehyung abrió los ojos y miró las baldosas frente a él, el agua goteaba de la ducha por su cuerpo. Quién sabe cuánto tiempo había pasado allí, nunca se dio cuenta cuando se despistó de esa manera. Él gruñó y se pasó las manos por la cara, las lágrimas se habían mezclado con la constante caída de agua, pero eso estaba bien. Cerró el grifo para cortar el agua y salió, recogiendo una toalla para envolverla alrededor de su cuerpo. "¿Qué ibas a hacer Kim?" se preguntó mientras caminaba hacia su habitación y se secó el cabello con una toalla más pequeña. Una rápida mirada a su cama fue suficiente para refrescar su memoria. Había planeado ir a un nuevo club a unas cuantas cuadras.
Requería el coraje que usualmente venía con el alcohol esta noche, con suerte, una decisión que terminaría con su vida también vendría con eso. Y todo fue porque ya no podía aguantar su vida como estaba actualmente. Se sentía atrapado y sin grandes motivaciones, solo cadenas pesadas que lo empujaban un poco más de lo que le hubiera gustado.
Los problemas siempre habían estado presentes, teniendo la fuente principal en casa. La persona que debería haberle dado amor, era la fuente de todo, pero siempre se culpó a el mismo. Sin embargo, su hermano Jungkook siempre estuvo allí para él, al menos cuando Tae se lo permitió, y eso fue porque no quería que también tuviera problemas. La vida era lo suficientemente difícil como para tener un padre agresivo y, como el mayor, Taehyung se dijo a sí mismo que podía y debía tomarlo todo por los dos.
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No Te Estaba Buscando [HOPEV]
RandomKim Taehyung no tiene las ganas suficientes como para seguir con su vida de esta manera. Ha tenido suficiente con la miseria que recuerda todos los días y decidió que no podía continuar de esta forma. Una noche, se abrochó la camisa, se arregló el c...