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Me desperté sobre saltada, no me había dado cuenta de que me había dormido y en el comedor no había nadie. Sólo Carla en el otro extremo del sofá. Mire el móvil y se nos había echado la tarde encima, el reloj marcaba las siete, pasadas. Me acerqué a despertar a Carla. Le di besos por toda la cara hasta que abrió los ojos.

Me desperté con el pelo de María haciendo me cosquillas en la cara y, el contacto de sus labios en mi mejilla.

-Nos hemos dormido ¿No? -Le dije poniendo le morritos-.

-Si, y tengo un montón de trabajo todavía por hacer.. -Me dijo besando mi mejilla-.

Besé a Carla y me senté en la mesa de la isla de la cocina a trabajar. Adelante todo lo que pude los informes de mañana. Y le avisé de que ahora estaría trabajando.

-Carla, voy hacer una video llamada.. -Me dijo María sería-.

-Imagino que lo dices para que no me acerque..-Le dije riendo-.

-Es trabajo.. -Contestó más sería aún, encogiendo los hombros-.

Intenté no tomar me muy en serio su contestación, ya que me resulto algo borde. Le deje a su aire y me puse a lo mio.

Llamé a Alex por FaceTime.

-¡Hola guapa! ¿Como lo llevas?

-¡Hola! Pues estoy intentando cerrar lo todo para hoy.

-Tienes que cerrarlo para hoy, si o si. -Dijo sonriente-.

-Vale.. Oye, necesito que me envíes más información. No estoy en mi ordenador, y me faltan la mitad de las herramientas..

-Hecho. Oye ¿Desayunamos antes de la reunión?

-Claro. Te dejo, voy a seguir. Mañana nos vemos..

Le colgué y seguí acabando el articulo, por la hora que es, y todo lo que me queda pendiente, no acabaré hasta bien entrada la noche. Las interrupciones se van sumando conforme avanza la tarde, retrasando me. Me llamó Patri, me puso al día sus cosas, de sus aventuras próximas y sus amores. Después me llamó mi hermano, que se había enterado por Paula, que Carla había tenido un accidente para preguntar por ella. De estos días que cuando más prisas tienes, más situaciones reclaman tu atención. Así avanzaba mi tarde. Y mi humor iba decayendo, y a cada llamada, a cada distracción, aumentaba mi mal carácter. Cuando por fin logré cerrar todas las llamadas y centrarme de nuevo, entra Carla por la cocina. No quise levantar la vista del ordenador, con tal de no distraerme. Respiré y seguí a lo mio.

Mientras estaba en el comedor, escuchaba como María cada vez que cogía el teléfono contestaba peor. No la culpo, por que el teléfono no dejo de sonar ni un segundo. Así que cuando vi que estaba más tranquila, me acerque a ver si podía apagar un poco el fuego.

Entré y ni me miro, sacaba fuego por las orejas, así que me puse a calentar la cena para darle tiempo a relajarse. Es inevitable no hacer ruido, por mucho que evitaba molestar lo menos posible, lo hacía. Me acerqué a su espalda y le di un abrazo. Ella suspiro, sin decir nada.

-¿Cenamos y sigues?

-Si, así me relajo un poco. Estoy bastante agobiada.

-Ya te oí. ¿Que pasa?

-Pasa que no tengo las herramientas necesarias en este ordenador, la gente de la oficina ya esta en su casa, y no me envían su parte del trabajo, no han parado de llamar me por teléfono y de interrumpirme. Mañana tengo que coger un vuelo a las 6 de la mañana, para llegar a la reunión que tengo a las 8, desayunar con mi jefe, prepararme las cosas, ver a mi hermana, quedar con mis amigas, que hace mucho que no se de ellas, y luego volver.

Cuestión de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora