Des de que Risotto me dio la noticia de que viajaría a Japón para cursar la universidad ahí, me quedaban tres meses para pasar con los miembros antes de irme.
Me divertí mucho con ellos, fuimos a la playa, íbamos a restaurantes, al cine, teatro, ballet.
Era como si ya no les importase mucho el que me vieran con ellos por las calles.
Pude notar qué bastante gente los saludaba por la calle cuando paseábamos por esta, en el rostro de esas personas se podía ver mucho respeto y cierto temor cuando se dirigían a ellos.
Los días pasaban y se hacían semanas, las semanas mese, hasta que solo faltaban tres días para que me fuera a Japón.
Me encontraba en mi cama mirando el techo recordando todo lo que había pasado con estos chicos durante estos casi tres años.
Estaba apunto de cumplir 13, pero no podría pasarla con ellos, pues estaría en Tokyo.
En un principió me preocupó el que me mandaran sola, pues me tendría que mover por las concurridas calles sin compañía, pero RisRis me explicó que a la universidad que iría era como una especie de internado, los alumnos vivían en unos edificios dentro del terreno de la universidad donde las facultades no estaban para nada lejos y ademas, nadie aparte de los estudiantes y profesores podían entrar al recinto. También me dijo que los fines de semana habían permisos para que la gente saliera, pero que al ser menor de edad, a mí no me dejarían salir de ahí.
Al principio esa idea no me gusto nada, porque me imaginaba cuatro años de mi vida encerrada en mi habitación, pero Prosciutto también me explico que ahí dentro era como una mini ciudad, había de todo y que no me aburriría ni tendría la necesidad de salir.
Al final me convencieron, pero me preocupaba también el hecho de socializar, no se me daba muy bien, pero daría lo mejor de mí.
Sentí que mi puerta se abrió, me incorpore deprisa y los vi a todo con un pastel y trece velas cantándome el cumpleaños feliz.
Pedí mi deseo y sople las velas.
-Muchas gracias chicos.- dije sonriendo.
-No hay de que princesa.- soltó Quesito
-No estarás el día de verdad así que lo adelantamos.- dijo Sorbet
-Mi ciela, te extrañare tanto.- confesó Gelato mientras me abrazaba.
Comencé a llorar y nos unimos todos en un abrazo.
Comimos pastel y festejamos todos hasta que fue tarde y me quede a solas con Illuso.
-Así que te veremos cuando tengas 17 años ¿Eh?- menciono el de las coletas con tono nostálgico.
-Pues sí - solté un suspiro- Os escribiré todos los fines de semana, lo prometo.
Abracé fuerte a Illuso mientras algunas lagrimas escapaban de mis ojos.
Él simplemente me abrazaba y acariciaba la cabeza.
-Se que nos escribirás enana. Nosotros te responderemos.
-Illuso- mire a sus ojos.
-¿Si?
-¿Puedo dormir contigo?- le ladee un poco la cabeza
-La pregunta ofende renacuaja, sabes que puedes venir conmigo cuando quieras.
Reímos y nos fuimos a su habitación, donde contamos algún que otro chiste y , gracias a Prosciutto que nos regaño por nuestras escandalosas carcajadas, dormimos plácidamente.
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Il tempo di volare
FanficLa muerte de tu padre junto a una extraña confesión de su parte, harán que te unas a un grupo de hombres con los que vivirás momentos de tensión y pasión.