Laila y mi corazón

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—Hola, buenas tardes.— llegue saludando a mi padrino de abrazo y a ella de saludo de beso.
—Wow, no sabía que estaba en un castillo de princesas— me acerqué a la pequeña Laila y ella me sonrió dulcemente, me dio su mano para saludarla y le di un tierno beso, ella sonreía.

—Mijo que bueno verte— tan genial el después de todo.

—Buenas tardes— respondió con una sutil sonrisa mientras la pequeña tomaba asiento a su lado. Ella movió los hombros hacia arriba y sonrió.

—Bien aquí estamos, ¿De que querías hablar con nosotros?— pregunto mi tío mientras la pequeña Laila comía, me daba mucha ternura.

—Ni si quiera se por donde empezar pero aquí vamos. Primero que nada les quiero pedir una disculpa a los dos por haberles dicho que si a unirme al proyecto, y luego retroceder. Padrino se que a ti no te lo dije directo, pero cuando hablé con Melanie si acepte— Javier se quedó mirando extraño, como sacado de onda.

—Entonces, ¿Por qué a mi me dijiste que no? Si es cierto que Melanie me dijo que habías aceptado y luego a mi me dices que no.

—Lo sé padrino, se lo que dije e hice y les pido disculpas. Sucedió que estaba pasando por un momento incómodo y difícil y por esa razón tuve que negarme— intente explicar lo más exacto posible, aunque el parecía confundido por todo. —Se que hice quedar mal a tu hija adoptiva y ya le pedí disculpas, ¿Verdad?— me dirigí hacia ella, quien sonreía ante la escena.

—Así es Javier, ya quedo todo aclarado. Pero no entiendo, ¿Cuál es el punto de esto?—dijo mientras limpiaba la boca a su hija.

—Si hijo. En lo personal te entiendo Damián, sabemos que tienes un trabajo y una gran responsabilidad que cumplir, así que no tienes porque preocuparte más.

—Gracias por entenderlo padrino. El caso aquí es que, se los digo con todas sus letras y muy seguro de todo, quiero ser parte de su proyecto, claro si aún me lo permiten— los dejé algo sorprendidos pues veía sus caras de confusión.

—¿Estas hablando en serio? No quiero que te sientas obligado a nada— me dijo Melanie.

—Se que tiene un nuevo integrante que ocupa el cargo de abogado y suena injusto decirlo de mi parte pero yo se que puedo hacer las cosas, quiero ser parte como una noche te lo dije Melanie, me interesa lo que hacen y dicen, y quiero estar presente.

—Vaya Damián si que nos has dejado muy sorprendidos mijo.

—¿Cómo estamos seguros de que no te irás y cambiarás de opinión?— me pregunto ella con cierta razón.

—Porque mi lealtad y confianza estará con ustedes, y sin importar lo demás, me comprometeré con ustedes. Lamento haberlos confundido antes— ella me sonrió feliz.

—Es lo que siempre quise escuchar— me dijo mi padrino abrazándome. —¿Qué opinas tú Melanie?—

—Pues Javier, creo que es lo que hemos querido desde el inicio— ahora si que estaba feliz por esto. —Bienvenido Damián— sonrió para mi de la manera más linda.

—Concuerdo contigo. Bienvenido Damián, haremos un excelente equipo todos. Créeme que te haremos todo fácil, luego hablaremos con más a detalle sobre la función que cumplirás en el comité, siempre tratando de no interferir en tu trabajo.

Una razón para quedarme. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora