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Olvidemos (Luzuplay)

Pareja: Auronplay x Luzugames (mención a AuronxLolito y FarganxLuzu) en la serie de rol Karmaland 4.
Advertencia: contenido homosexual sin contenido sexual y mucho drama.
Palabras: 852

★★★

Eran buenos amigos o algo parecido a conocidos con experiencias en común para contar, pero ahora eran mucho más que eso... Estaban juntos.

El resto de los integrantes de Karmaland al principio se extrañaron por esto; en especial por Auron, que se había mostrado siempre tan cerca de Lolito, siendo inseparables y ahora que no estaba, no parecía en nada afectado. Realmente era extraño, ¿Acaso toda la tensión que había con el pelirrojo era solo una amistad pasajera que sería reemplazada sin ningún miramiento? No era muy creíble.

Quizá porque era más que evidente que para el de ojos rojizos, Lolito no era uno más, lo era todo. Más allá del romance turbio con Mangel que parecía una simple excusa para tocarle los cojones a todo mundo y más allá de que se casara con su hijo Raulito y los celos lo obligaran a matarlo (aunque se justificara con que su hijo era perverso)... Lolito significaba hacer maldades por todo el lugar, joder a los vecinos, secuestrar a una sirena, ser deliberadamente corrupto con todos los demás y llenar de risa y felicidad cada día de su estadía. Sencillamente Lolito era su mundo.

Tal vez el único que nunca vió ese cariño dulce, casi doloroso, que sentía Auron, es aquel que lo nombró "su mano derecha" porque lo que el psicólogo mandaba como indirectas nunca fueron entendidas y las directas, algunas veces fueron ignoradas. Posiblemente Lolito sí lo notaba pero no quería así a su amigo y por eso se fue sin mirar atrás, sin pensar en él y a Auron le tocó lidiar con su propio dolor.

En cambio para Luzu era todo lo contrario. Al principio solo tenía presente el resentimiento por la traición, no sólo la hecha por Auron y Lolito en cuanto a la alcaldía porque ellos le dijeron que estarían a su lado, que lo apoyarían y no fue cierto... Ni siquiera supo si en algún momento fueron sinceros con él o no. Todo lo que había pasado hasta entonces para obtener su meta, tanto que trabajó con la intención de ayudar a todos y obtener su respeto... Todo había sido en vano y se convirtió en una simple burla para aquellos que supuestamente serían sus socios.

Lo peor era que no fueron los únicos que lo habían abandonado, aunque la otra traición era más dolorosa, más profunda y personal: La traición de Fargan.

Fargan tan incorrecto pero a la vez tan llamativo, alguien a quién siempre quería recurrir y culpar cuando algo se salía de control, aunque llegó el punto en el que el castaño no sabía si era porque él era realmente el sospechoso más probable o porque siempre lo tenía presente. Aunque no lo abandonó cuando necesitó su voto para la alcaldía, después se fue con Alex B, tuvo una maldita y abierta confesión con él y, aunque no estuvo presente, ese era un lugar pequeño y no era difícil obtener la historia completa, en labios del mismo Alex, que había sido rechazado pero no por ello se daría por vencido... ese fue el verdadero dolor... La verdadera traición de Fargan fue a su corazón y ni siquiera se dió cuenta.

Ambos necesitaban de un consuelo que no podrían obtener de los hombres que hubieran deseado obtenerlo. Fue como un acuerdo tácito de no hablar sobre su pesar, sólo acompañarse en medio de la soledad, comenzó con un coqueteo absurdo pero al mirarse supieron del dolor del otro y también conocían el remedio para esto.

Luzu sabía que Auron, muy aparte de esa personalidad tan burlona, haría cualquier cosa por Lolito desde quemar un pueblo hasta tomar innecesariamente la alcaldía, y ahora estaba tan perdido que necesitaba compañía porque estar con un enemigo siempre sería mejor que estar solo ¿No?

El antes hechizado psicólogo naranja miró a Davinia con tristeza y tocó el cristal que lo separaba de la sirena, escuchando la melancólica canción que le indicaba que ella también lo extrañaba. Desde que Lolito había desaparecido, nadie lo mencionaba ni iba a los lugares que representaban a su alcalde como esa casa en ruinas.

Se aguantó el suspiro y se tragó la desesperación, no tendría que estar deprimido cuando el pelirrojo regresara, ¿Qué tipo de psicólogo y mano derecha sería si no podía recibirlo con una sonrisa? Era la razón por la que debía estar tranquilo, no podía volverse un amargado, incluso si debía apegarse a Luzu para ello.

El pelirrojo era como un fantasma que aparecía y desaparecía en su vida, hablándole y provocando que piense en lo que pudo ser y nunca sería.

Y esa absurda idea los mantenía juntos... A la espera, a la expectativa de que su relación con esos hombres que de alguna manera los abandonaron pudiera surgir... O quizá que puedan olvidar esa triste decepción para encontrar juntos un amor real... Un amor verdadero que sane sus heridas, corresponda su cariño y se vuelvan el pilar que, en un mundo tan caótico, pueda sostenerlos.

Nunca sería igual... Nunca habría risas descontroladas o travesuras divertidas mientras estuviesen juntos pero al menos tendrían un poco de compañía y paz.