Confusión... .- EMILIACO

30. Cita

Narrador omnisciente

Éstos días especialmente para Joaquín habían sido muy caóticos, empezando con la aparición de la novia de su ex, la estúpida pelea qué tuvo en cuanto se conocieron, las discusiones constantes con Emilio, el estrés y los nervios de la obra, su encuentro con el lindo alemán, el revuelo que provocó la foto con este, la entrevista de Emilio.

Dios, todo había sido muy intenso y estresante.

Después del suceso que provocó la foto, Matías inmediatamente se comunicó con el castaño y se disculpó por los problemas que le pudo haber ocasionado, claro, para el rizado era un excelente pretexto para poder volver hablar con Joaquín y tal vez quedar algún día de estos, pero por mucho que el castaño ansiaba volver a verle, no podía, su tiempo era consumido por los constantes ensayos, funciones y entrevistas.

A pesar de todo, el pequeño se encontraba muy feliz de todo lo que está pasando en su carrera y por qué no, también en el amor.
Joaquín sabía perfectamente que era muy rápido para que le tomará cariño a Matías, pero es que le era imposible, el tiempo en que llevaban hablando le había demostrado ser un chico lindo, dulce, caballeroso y atento.

En cierta parte, tenía que confesar que eso le hacía recordar a Emilio, pues pese a que el tiempo que tenia de conocer a Matías era muy poco, cada vez le solía recordar más al rizado, tenía ademanes y formas de pensar tan similares a él, y lo peor de todo es que le agradaban esas similitudes que tenía con Emilio, pues gran parte de eso fue lo que le ánimo a dejarse llevar y besarle aquella noche en el bar.

Y eso mismo era lo que también le inquietaba, no sabía cómo sentirse al respecto, el castaño no quería fijarse en esos detalles, quería en verdad conocer a Matías y ver qué es lo que podía pasar entre ellos, pues era evidente para cualquier que los viera, que la atracción existía entre ellos dos.

Sus pensamientos se vieron cortados por el chillido de su celular e inmediatamente se paró a verlo.

Matías
Hola bonito. 💕
¿Estás listo? Paso por ti en una hora.

Demonios, ¿En una hora? ¿Qué carajos hare en una maldita hora? Se preguntó angustiado el pequeño.

Joaquín
Si, Mati.
Te espero. 💕

En cuanto el mensaje marco la segunda palomita, a ventó su celular a la cama y partió directamente a darse un baño, tenía solo una hora, y Joaquín no era precisamente de esas personas que se arreglan rápidamente.

En cuento terminó de ducharse, literalmente salió corriendo del baño en busca de sus calzoncillos y un lindo atuendo. En una hora tenía qué verse presentable y el tiempo en este momento para el menor pasaba velozmente.

Escogió unos lindos pantalones cafés, y una camisa blanca con unos tenis del mismo color.
El día de hoy quería verse muy bien, pues era la primera cita que tenía con Matías, o al menos eso creía. Porque si era una cita ¿no?

Elizabeth
¡Bondoni! , un chico muy apuesto te busca. - grito su madre desde la planta baja. - apúrate, no lo hagas esperar

Rápidamente se colocó un poco de perfume y bajo. En la cara de Joaquín eran evidente los nervios que sentía, pues era la primera vez que le presentaba un chico a su mamá y un chico más grande que él.

Para el menor, Matías no era tan grande, solo eran cuatro años de diferencia, pero las mamás y especialmente la suya, solía exagerar todo, razón por la que se encontraba casi devorándose las uñas.

Elizabeth
¿Saldrás?. - observo a su hijo para después voltear a ver a Matías, pero él estaba muy entretenido viendo con una linda sonrisa al pequeño, como para percatarse de la mirada burlona de Elizabeth. - ¿Me quedo muy bien mi hijo no crees?