The Promised Neverland no es mio, es de los autores Kaiu Shirai y Demizu Pozuka, esta es sólo una historia alternativa inventada por mi, basada en su obra.
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Norman es un joven que viene de una importante familia, su madre murió hace años dejándolo sólo a él junto a su padre, quien ha estado muy enfermo en el último tiempo, por lo tanto Norman se debe hacer cargo de la empresa de su padre.
Era un trabajo difícil, y estresante, por lo que él pasaba la mayor parte del tiempo de desganado, además de ser una persona bastante sería, ya que era mucha la responsabilidad que debía cargar.
Ante los trabajadores de la empresa, era visto como alguien de mucho respeto, pero a la vez como alguien amable y que se preocupaba por todos. Y cabe que decir que también lo definían como alguien extremadamente "aburrido", ya que no tenía absolutamente nada sentido del humor.
El tenía una vida aburrida y monótona, que se reducía a pasar la mayor parte del día en la oficina y luego a su hogar, esa era su rutina diaria.
Muy de vez en cuando aceptaba las invitaciones de sus compañeros para ir a beber o a comer, generalmente en situaciones especiales.
Hasta el mismo estaba consciente de su monótona vida, o "carente de luz", como el mismo la definía, desde la muerte de su madre su corazón se había cerrado y parte de su vida se había vuelto totalmente gris, sin mayores emociones.
Tampoco tenía mayores sueños ni aspiraciones, sólo tenía sus obligaciones de mantener la empresa familiar, su único deber.
Ese día por la mañana se levantó cansado y desganado como siempre, encendió la televisión para ver las noticias matutinas y darse algo de ánimo, eran las 6:00am por lo que aún estaba oscuro al exterior.
"Un gran camión se volcó en plena autopista, no hubo heridos pero gran parte de la carga quedó esparcida por la acera, por lo que si usted, conductor suele utilizar esta vía para ir a su destino piénselo dos veces, las pistas fueron desviadas así que piense en otro medio de transporte".-Informó el periodista, quien se encontraba en el lugar.
Norman, adormecido aún, se quedó pegado viendo la televisión, de entre todas las cosas que cargaba el camión y quedaron regadas en la calle, un destello de luz le llamó la atención, eran cristales de color verde que desprendían una brillante luz gracias a los focos del lugar.
"Eran como pequeños faroles que iluminaban el lugar, y destacaban de entre todo ese desorden y oscuridad".
Norman se quedó un momento hipnotizado mirándolos.
Luego, cuando finalmente despertó, se dio cuenta de lo que decía la noticia.
-Ohh mierda!!.-Exclamó.- Yo paso por ese lugar!! no podré ir en auto y llegar a tiempo.
Cabreado, se levantó a tomar desayuno rápidamente, y salió de su hogar, ese día la mejor opción para llegar sería viajar en metro subterráneo y caminar, idea que no le gustaba para nada, pero era mejor opción que estar horas en su auto sin moverse en los atochamientos de las calles.
-Maldita sea.-Dijo por última vez, antes de bajar al metro lleno de gente.
Afortunadamente llegó a buena hora, pero un poco más tarde de los normal, lo que no pasó desapercibido por sus compañeros, ya que generalmente la puntualidad del jefe era intachable.
-Con molestia, se sentó en su escritorio y encendió el notebook para comenzar a trabajar.
-Buenos días jefe.-Saludó Vincent.
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Juego de miradas (The Promised Neverland)
RomanceA veces las palabras y oraciones pueden estar de más, y sólo pequeños gestos y miradas pueden expresar una inmensidad de sentimientos. Norman x Emma The Promised Neverland Un capítulo