Huida

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—Y mi otro ex novio, dijo que le gustaba el sexo intenso y probar cosas nuevas, pero en cuanto me puse un arnés para darle por el culo, ¡salió corriendo! —el viaje inició con nosotros teniendo que cuidar a nuestra acompañante inoportuna, la cual no dejaba de atosigar a Raven con historias de sus "romances" fallidos.

—Lo que digas —la gótica en cuestión, ya ni siquiera se molestaba en hacerle caso; sólo se limitaba a asentir y sonreír, pero en sus ojos había fuego, producto del hartazgo que le producía.

—Enserio ¡¿por qué ningún chico me quiere?! ¿No se supone que a todos les gusta una chica sexualmente abierta y dispuesta a experimentar? ¿Qué tengo de malo?

—No lo imagino... —respondió Raven con sarcasmo.

—Ninguno se ha acercado si quiera a esta florecita... ¿Por qué?

Y ni siquiera el princeso de Haru está dispuesto a abusar de mí —¿qué tenía que ver yo en esto?—. ¿No es hora de que busques quién te convierta en adulto?

—¡¿Por qué me metes a mí en esto?! —protesté.

—¡Porque eres un princeso!

—Ser selectivo y ser un princeso son cosas completamente distintas.

—No veo la diferencia —respondió ella, pero justo cuando estaba por reclamar, Math y Tsuyu se le unieron.

—Yo tampoco.

—Ni yo.

—¡¿De qué lado están?!

—Del de la verdad —respondió la chica—. Como tu querida y muy hermosa hermana mayor, he visto a unas cuantas chicas cautivadas por tu amabilidad y dispuestas a entregarse con la debida convivencia, pero tú ni siquiera lo notas por estar metido en tus asuntos.

—¿En serio?

—Si, a todas las chicas nos gusta un chico amable... Eso ha logrado bajar mis bragas un par de veces —se encogió de hombros como perdida en sus recuerdos.

—Y según tú ¿quién ha estado cautivada por mí?

—¿Recuerdas a Diana? ¿La chica que te gustaba hace dos años?

Asentí.

—Ella quería salir contigo; a la pobre chica se le ponían ojos de cachorro cada vez que te veía, pero nunca lo notaste.

—No mientas, ella tuvo novio y se embarazó hace un año.

—¡Porque se cansó de esperarte! —replicó—. Podrías haber evitado un embarazo adolescente, pero decidiste no acercarte.

—¡¿Y por qué siempre tiene que ser el hombre el que toma la iniciativa?! Si le gustaba tanto, debió decirmelo.

—... Eres un princeso —fue su respuesta tras un breve silencio y se siguió.

—Un princeso —la secundó Math.

—Todo un princeso... ¿De qué te sirve ser guapo? —¡incluso Makoto!

De pronto, todos se siguieron dándome la espalda.

—Haru, yo no creo que seas un princeso —todos excepto Raven.

—¿Enserio?

—Sí, solo eres un idiota —la chica rio y se adelantó corriendo.

—¡Espera! —¿por qué de pronto todos se ponían contra mí?—. No se adelanten, ustedes ni siquiera saben a dónde vamos.

El resto del camino siguieron las burlas y los juegos; podríamos parecer un grupo bastante pintoresco al hacer tanto ruido en el peligroso bosque, algunos hasta dirían que irresponsable; sin embargo, lo cierto era que mandé a Gleam a observar desde el aire y según parecía, no había criaturas muy peligrosas cerca.

The Big Breaking Off Donde viven las historias. Descúbrelo ahora