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-Narra Aitana -
19-12-19
Acabo de aterrizar en la capital española, hoy es el día antes de la boda de Georgina y Cristiano, yo al ser amiga de Gio voy a ir, lo malo que ninguna de mis amigas va a ir, solo las chicas de los madridistas , sola no voy a estar pero todo el mundo irá en pareja y yo voy con dos pequeños acompañantes .
Voy a un bar que hay en esta zona mientras llamo a Marco y Sandra para que me vengan a buscar, para llevarme a el hotel donde todos se van a quedar.
Y diréis para que se quedan en un hotel si la mayoría tienen casa aquí, fácil para no ir en coche borrachos, la boda se celebrará en el hotel, pero más que un hotel son como unas casas rurales o unos pisos, yo he decidido alquilar la casa con Marco, Sandra, Marcos y Paddy.
Si voy a estar de sujetavelas los cuatro días que me quedo.
Sola no voy a estar pero sentirme seguramente.
Me pido un café con un bizcocho para desayunar , bueno en Argentina serian las tantas de la madrugada , digamos que tengo antojo de bizcocho, y de tortilla.
Demasiado, nada más llegue a la casa pienso pedir que comamos eso, bueno lo exigiré.
Mientras que desayunaba los chicos venían por mi, menos mal que les avise que llegaba hoy a las nueve hora española, pero creo que entendieron de la noche, bueno he llegado más tarde por que el vuelo venía con atraso , como el mio, ok no .
Nada más acabar de desayunar, me puse una gorra y gafas , la prensa sabe que es la boda seguramente más importante de su carrera y van a estar fijo en el aeropuerto y no quiero cruzarme con nadie.
Salí y gracias a dios en mi terminal no había ni rastro de paparazzis pero bueno, fui a la zona de aparcamiento mientras miraba a los lados para que no me atropellen , vi que por otra terminal salia alguien al cual los periodistas si pillaron, mi hermano.
Decidí ignorarlos e ir a una zona lejana para que nadie me notara . Volví a llamar a Marco para meterle prisa, pero no me respondió a tiempo.
-TÍA AITU- escuche gritar a Ciro el más pequeño de mis sobrinos y yo maldecía en bajo.
Lo bueno , la prensa se había alejado ya.
Lo malo venían TODOS, a donde yo estaba.
Cuando digo todos, mi hermano incluido.
Desgraciadamente.
-Tía, hola- dijeron los tres pequeños al llegar acá.
-¿Qué tal están hermosos?- pregunté mientras los separaba de mi y miraban o tocaban mi panza, y yo sonreía por eso.
-Muy bien , te extrañábamos mucho- dijo Thiago y sus hermanos le dieron la razón.
