Extrañas coincidencias (Harry Styles) Terminada/Editando.

Capítulo 43: "Quédate conmigo."

Ya es miércoles. Joder, joder, joder, la semana que viene se acaba esto. Vale Ade, céntrate en esto ahora.

Estoy sentada en mi escritorio, con Harry a mi lado, esperando a que acabe de echar la matrícula de la universidad por el campus virtual. Mis amigos de clase andan descontrolados por el grupo, mientras Harry como puede, lee la conversación en español.

Los grupos de clase empiezan a cerrarse por llenar su capacidad y queremos estar todos juntos.

- ¡Grupo 3! – Grita Harry.

- Hostia puta, ¿por qué gritas?

- Porque lo han puesto en mayúsculas, lo ha dicho Xavi. – Sí, Xavi además de ser mi mejor amigo está conmigo en clase.

Hice rápido lo que me dijo y le dije lo que tenía que decirles Harry a ellos. El grupo estaba incompleto, podíamos entrar todos.

- Deja de temblar nena, sólo es una matrícula, podrás cambiar el grupo si no te gusta.

Lo que él no sabía era que no sólo temblaba por eso. Era porque una vez termine de hacerla tengo que volver a Alicante sí o sí. Cada día que pasa estoy más asustada. Miro de reojo a Harry, que mira divertido la pantalla de mi móvil y se ríe probablemente de las barbaridades que estén diciendo mis compañeros.

- No sabes lo que dicen. – Dije con un sonrisa.

- Ya, pero están tan agobiados que me hace gracia.

- ¡Pues como yo! Venga, que estoy acabando...

- ¡Ánimo nena!

Siguiente. Siguiente. Aceptar. Finalizar.

Fin. Ya está. Se acabó.

La semana que viene dejaré todo atrás y volveré a casa. Una sonrisa amarga apareció por mi cara y Harry lo notó.

- Venga, vámonos que tengo hambre.

Después de un rato en el coche llegamos a un bosque alejado de toda la urbanización. Estaba desierto, no había absolutamente nadie. Harry cogió la cesta y mi mano y caminamos a la orilla de un pequeño lago.

Estiramos una manta y empezó a sacar comida.

- Espero que te gusten los bocadillos, y esto, que no sé lo que es, pero lo han hecho Niall y Ros, y también hay pizza. – Dijo poniendo una mueca graciosa.

- ¿Te has encargado de los bocadillos? – Asintió orgulloso. – Entonces creo que probaré lo de Niall.

Puso su cara de indignación y me eché a reír, me dio la espalda y se levantó. Yo fui detrás suya y le cogí por la cintura. Le abracé fuerte mientras reía y le pedía perdón, y su cara empezó a cambiar. Me impulsó por las piernas agachándose un poco delante de mí y me subí a su espalda, cogiéndome lo más fuerte que podía a su duro pecho, mientras daba muchos besos cortos en su cuello.

- Guapo. – Dije entre beso y beso. – No te enfades ruloso. Sabes que me encanta que cocines.

- Lo sé. Pero te tengo como quería. – Me miró y me guiñó un ojo.

Volvimos a la manta y empezamos a comer. Me estuvo preguntando cosas sobre la universidad y me estuvo diciendo que le habría gustado ir, que tiene pensado acabar sus estudios cuando la fama no le esté comiendo toda su vida privada y casi su tiempo libre.

Siempre he imaginado a Harry como el típico chulillo de clase, que es de los más populares y además siempre aprueba. Con el que todas quieren estar, y todos quieren ser su amigo.