Suena la alarma muy fuerte, al parecer hoy si amanecí en la cama porque siento una almohada a mi lado, salgo decidida a comenzar un nuevo día cuando Ana me ve y se ríe. Nota que me puse una pijama muy femenina.
– Pensé que más nunca vería a la Lara sexy que se vestía de rosado. - dice riéndose mucho.
– Si eres tonta Ana, no me da risa.
– A mi si, si los hombres te ven así ya no pesarían que te gustan las mujeres o que eres un hombre.
– Pero eso no lo verán Ana. - le digo seria.
Ella ya está lista para ir a clases, vestida como toda una chica. Un pantalón pegado, con una camisa de tiras y el cabello suelto solo como ella lo sabe llevar.
– Bueno, me voy, nos vemos más tarde en la uni Lari.- con el nombre que me dice de cariño.
– Esta bien, cuídate.
Ana se va, de seguro se va en su carro o la viene a buscar su amado Jhon, una de dos.
Cuando termino de comer y voy a mi cuarto, a quitarme la cosa asquerosa rosada que tengo puesto que me hace ver como una mujer fácil, veo mi teléfono y tengo un mensaje de mi querido hermano.
Atento como siempre, me responde que todo bien y que están de maravilla él y su esposa. Mi hermano es la persona más caballerosa, humana, respetuosa que pueda existir. Todo eso parte de una buena crianza con respecto a mis padres.
Me visto con lo primero que agarro, un jersey negro grande y un pantalón ancho. Me coloco mi gorro negro y lista para salir agarro mis llaves.
Bajo por las escaleras, al llegar al estacionamiento se ve que es un muy bonito día, así que decido quedarme un rato admirando el cielo, saco un cigarro y fumo mientras admiro esta belleza de día.
Sale el vecino guapo que me saluda, aunque es unos cuantos años mayor que yo y término de estudiar hace un año, no está nada mal. Pero sé que no se fijaría en mi con este aspecto y con este cigarro en mi mano.
Me monte en mi bebé y arranco, rumbo a la universidad, deseando que me acepten todos los papeles para hacer el cambio de facultad a literatura.
Recorro la ciudad hasta llegar al gran campus universitario donde estudio, segura de que hoy será el día que me darán el cambio de carrera. Y así es, al llegar me reciben con la noticia de que he pasado todos los exámenes, estoy tan contenta que pudiera fumarme como muchos cigarros y tomar sin parar, no puedo creer que compare felicidad con eso, pero es lo que me llena en estos momentos.
Después de tanto siento que estoy sonriendo, ya soy parte de la facultad de literatura.
– Señorita Lara Lander Rosales, ha logrado su solicitud de cambio gracias a sus muy altas notas, nadie lo ha logrado con tan solo hacerlo una sola vez como lo ha hecho usted señorita, es sorprendente.- Dice una de las coordinadoras del sistema de literatura.
– Bienvenida a la facultad de Literatura, al parecer usted era el primer promedio en su año de ingeniería, impresionante. - Dice un señor, que también es coordinador.
– Señorita Lander, que le vaya bien, comienza oficialmente el miércoles, así que prepárese con sus apuntes, aunque creo que con su intelecto no se le hará difícil adaptarse tan rápido al sistema de estudio en Literatura.
– Gracias, de verdad, gracias. - digo feliz, salgo contenta, con todos los papeles en mis manos, lista para continuar con mi gran sueño.
Hice muchos esfuerzos para conseguir esto, muchas noches y tardes de estudio más preparación, leer muchos libros sin descansar todos estos meses, cuando comencé aquí también hice muchos esfuerzos y sacrificios, como utilizar mi apellido Lander como el primero y ponerme Rosales de segundo, un apellido falso por mi seguridad. Lander es mi segundo apellido así que no mentí del todo, al final esto lo hice por mi seguridad. También tuve que llegar y comenzar en una carrera la cual de verdad no sentía tanta pasión, a pesar de que la ingeniería también me gusta no me causa tanta emoción como esto.
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Aléjate o déjate llevar
Dla nastolatkówLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...