Estaba ahí, tenía 10 años, no sabia que el salir a jugar era tan valioso, estaba con Víctor, mi amigo de la infancia, fue a mi casa para pedirme que saliera a jugar con él, realmente era asombroso, reíamos de cualquier cosa, nos entendíamos perfectamente, lo conocí cuando su tía decidió rentar un local para poner una tienda, y ese local se rentaba en el lugar que yo vivía, nuestra amistad empezó cuando mi perro "Tuffy" salió corriendo y se metió a esa tienda, parecía el chico más lindo que jamás haya visto
Me dijo "Hola", y le respondí de igual forma, el sonrió mientras me decía que era nuevo en la colonia, le comenté que mi tío era quien le rentaba el local y dijo que estábamos obligados a ser muy buenos amigos , me dio la mano intentando ser formal y dijo "Mi nombre es Víctor", hasta el nombre le quedaba perfecto, era alto, delgado, ojo obscuro, cabello castaño y tenia una de esas sonrisas que te provocan suspirar, lo sé, sé que era muy pequeña, pero sabia que seriamos amigos y así fue, a partir de ese día siempre salíamos, nos sentábamos en la banqueta mientras disfrutábamos aquellos dulces que nos encantaban, los famosos "tamborines", hablábamos de cualquier cosa y sabíamos que nunca nos íbamos a aburrir mientras tuviéramos la compañía del otro, ni si quiera sentí los meses que pasaron, era tan increíble cada momento, yo iba a la escuela por las mañanas así que llegando a casa me dedicaba a las tareas para que lo más pronto posible me fuera con el a jugar.
Un día, aproximadamente las 7:00pm, él toco a mi puerta y salí a ver quien era, me dijo que saliéramos a jugar, sin dudarlo, tome una sudadera y corrí hacia él, él ya había invitado a otros chicos vecinos a jugar con nosotros, eso me pareció una idea agradable, la verdad no recuerdo que juego era con el que estábamos, pero era muy divertido.
Hubo un momento en el que como la mayoría de los casos solo estábamos el y yo, pero fue una ocasión muy diferente a las anteriores ya que su mirada hacia mi fue distinta, yo estaba recargada de pie en el portón de mi casa, me perdí pensando, él lo notó y me preguntó que es lo que sucedía, dije que todo estaba bien, no se en que momento pasó que se me acercó mucho, el recargó su mano en el mismo portón que yo estaba, pero de tal manera que quedó viéndome a los ojos como acorralándome, me puse muy nerviosa y no entendía que estaba pasando, de pronto se me acercaba poco a poco y fue cuando entendí, así que lo esquivé y pasé por debajo su brazo, nadie dijo nada, solo me despedí y me metí a mi casa, me arrepiento un poco :(
Al día siguiente tampoco comentamos nada, hicimos como que nada pasó.
Es una historia muy corta pero que de verdad me pone muy triste, ya que un día habíamos planeado aprovechar toda la tarde para estar juntos saliendo de la escuela, y en cuanto salí me apresuré para llegar a casa, cuando llegué la tienda estaba cerrada (la que su tía rentaba) y se me hizo muy extraño, le pregunté a mi madre si sabía que había pasado, ella me contó que su tía de Víctor ya había entregado el local, lo que significaba que no lo vería más, ya no habría con quien disfrutar de las tardes, con quien reír, lloré mucho ese día, no éramos lo suficientemente grandes como para agregarnos en alguna red social, por que ni siquiera la teníamos, mucho menos algún numero de teléfono, nada, simplemente desapareció.
Nunca supe su apellido, nombre de su familia, ya que era muy pequeña y nunca pensé que eso podría pasar, o que era necesario saber mínimo su apellido, nunca se me ocurrió, no sé si se acuerde de mi, no se si haya hecho algo por buscarme.
Incluso hace algunos años creí que lo había encontrado ya que conocí a un chico que era realmente muy similar, se parecía mucho, pero no fue así, no concordaba con su nombre ni edad, ya que el era 2 años más grande que yo.
Ojalá algún día pueda saber de él, o encontrarlo, saber como está, lo consideré mi mejor amigo, así que...
¿Donde estás?
Compártanlo para que lo encuentre, para que sepa que aquí estoy, recordándolo.