Ella, era unas de los muchos competidores de escritura. Apenas estaba en primer año de la secundaria. Competía en las finales, contra otra chica que siempre escribía sobre amor. Y ella escribía sobre lo que sentía.
Ganó con su cuento corto: "nada es para siempre, pero el dolor si."De premio le dieron, un bonus para comprar dos libros, y una camiseta que decía; "soy una loca y apasionada lectora".
Y también, la posibilidad de leer algo más en frente de todos.En su lugar, muchos dirían que no, por la vergüenza o pánico escénico. Pero ella acepto. Busco en su celular algo que halla escrito anteriormente, y encontró uno perfecto. Subió al pequeño escenario que había ahí, y se postro frente al micrófono. Vió a sus padres que estaba con una cámara y sonriendo, y a sus amigos, que estaban en primera fila. Ella con sus manos temblando y sudando, su respiración algo agitada, y su corazón, palpitando como si quisiera salir de la caja torácica. Acerco sus labios al micrófono, miró su celular, y leyó.
Cuando el telón se baja.
Una chica se encontraba en el escenario, hablando con una fluidez que dejaba boquiabierto a la gente, caminaba como una modelo, y actuaba mejor que padre haciéndose el héroe. Tenía una máscara, en ella habían unos ojos soñadores, mejillas sonrojadas, y una sonrisa encantadora. No dejaba de actuar.Sus espectadores, eran su familia, y sus amigos. Que le aplaudían, silbaban y felicitaban. Pero ella no dejaba de actuar, el telón no cerraba, y ella se cansaba.
Pasaron minutos, horas, días. Y ella no dejaba de actuar. Su sonrisa se mostraba en la máscara, pero detrás de ella, lágrimas caían sin cesar. Y es que ¿Sus espectadores no lo notaban? ¿No notaban que ella estaba rota? ¿Que ya no podía más?
Un día se canso, dejo de hablar fluido, de caminar bonito, dejo de actuar. El "público" calló. Las luces enfocaban a la chica que dejó de actuar.Ella podía fingir. Fingir que estaba bien, fingir que se divertía, fingir que era feliz, solo para complacer a los demás. Para no dar explicaciones.
Ella rompió la careta. Dejo ver sus lágrimas que aún no paraban, dejo ver su cara demacrada, se dejó ver rota. Y a nadie le importó.
Seco bien sus lágrimas, se pellizco los cachetes para que se vean rojizos, fingió una sonrisa. Y volvió q actuar.
Sus espectadores volvieron a hacer ruido, a felicitarla, tirarle rosas, y dejarle besos voladores.
En ese momento ella compendio, que no podía dejar de actuar, aunque el telón bajará.La chica miró había delante, y vio a sus padres, ya no estaban con una sonrisa. Sus amigos ya no estaba aplaudiendo. Escuchó como los demás empezaban a aplaudir y se bajó del escenario.
Tres meses después, ella estaba llendo al psicólogo, sus amigos ya prácticamente no le hablaban, y sus padres le sonreían menos.
Estaba harta. ¿Porque cuando leyó algo que la identificaba, todos la dejaban? Ella no podía más.
No tenía amigos, no tenía familia. No se tenía a ella misma.Se miró al espejo de su habitación, con un cuchillo en mano. Justo a la media noche. El día de su cumpleaños, se corto la yugular.
Ese mismo día en la mañana, sus padres entraron a la habitación y encontraron a su hija muerta, cubierta de sangre, y con un cuchillo en mano.
Cuando la policía termino de registrar el lugar y llevarse el cuerpo. Uno de los oficiales se hacerco a los padres de la chica que estaba en un completo shock.
Y les dijo.- ella sostenía ésto - dijo el oficial, mostraba extendía la mano para dejar un bollo de papel en la mano de la señora.
Ellos con las manos tiritando desarmaron el bollo de papel para leer lo que había dentro, y cuando lo leyeron, no pudieron evitar llorar.
"Espero que no lloren en mí funeral"