"¡Soy un gato! O más bien, el líder poderoso y rey de la casa donde gobierno. La cama de Jihye es mi trono, ah y Jihye es mi súbdita" El felino de pelaje blanco con ligeras manchas grisáceas se estiró egocéntrico por el marco de la ventana. "¿Y tú qué cosa eres? Ni siquiera, ugh, te haz bañado..."
Jungkook, el niño que cuidaba su ama; Jihye, rió.
—¡Noona, tu gato es horrendo! — El niño adorable de diez años saltó hacia la ventana, intentando atrapar al ágil felino quien le miraba con repudio.
—Jeongguk, no le molestes... —la dulce voz de su ama fue quien lo distrajo, logrando que así el chico lograse coger al animal entre sus brazos, apretujándolo— ¡No, él te puede... —un chillido se escapó de Jihye.
El señor Min, el gato de Jihye; había rasguñado al sobrino de ésta quien intentaba apartarle las garras del rostro al menor. El castaño partió en llanto, mientras que el orgulloso gato corrió hacia el sillón.
"Oh vamos, él se metió conmigo..." El felino gruñó al darse cuenta que Jihye se había molestado con él, y no con el menor quien había estado provocándolo.
Min meneó la cola e indignado caminó hacia el jardín, ignorando los regaños de su ama quien también le había dado por su lado, dejándole ir para curar las heridas del pobre Jungkook. Suficiente tenía con el mal humor que había ovacionado el mocoso para que se encontrase con el perro de alado; Joon. Era un perro grande e imponente, pero al Señor Min le sudaban sus gruñidos y ladridos.
"Te han regañado, ¿a que sí?" Joon se rió, saltando emocionado para lograr ver a través de la cerca que les dividía. "Jungkook es adorable, admítelo"
"¿Adorable? Ese humano me da asco. " El gato se estiró, descansando su cabeza en la madera donde reposaban algunos cubiertos. La mesa de afuera nadie la utilizaba más que él, Jihye ni siquiera levantaba esos cubiertos oxidados. "Un esclavo"
"Claro, como sea... " Joon dejó de saltar, olfateó un poco y levantó su oreja, escuchando los pasos del niño del cual se encontraban hablando anteriormente. El perro del vecino adoraba a Jungkook, era listo y también jugaba con Joon cada que lo veía y eso lo hacía feliz. "¡Me voy, Jungkook está yendo a la tienda! Nos vemos, amigo"
"Piérdete, pulgas" Fue lo último que exclamó el felino antes de caer rendido, por décima vez en el día pensando en Jihye y su falta de cariño.
Jihye es cruel, soy su rey. ¡Ah, pero si fuese humano me adoraría eternamente como a ese niño! Odio a Jungkook, siempre robándome su atención.
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JAJAJA, EL JUNKO YENDO TRISTE A LA TIENDA PORQUE EL SR. MIN LE RASGUÑÓ.
Hoooooola, sé que he dejado pausada un poco dolce aroma y no puedo creer que tenga tantas vistas. La verdad me he perdido, y sentía qué tal vez si me distraía un poco con otra cosa la inspiración volvería a mi otra historia.
Espero que les agrade, muchas gracias por leerme y agregar mis historias a sus listas.
