Hoy es el gran día. Kate aún no se lo cree. Le parece que fue ayer cuando decidió dejar el trabajo en Washington y volver a Nueva York junto a Castle.
Ella y Richard llevan dos meses preparando la boda junto con la ayuda de Martha y Alexis. Han sido dos meses de mucho estrés, pero al final todo ha quedado perfecto. Va a ser una boda sencilla, como quieren los dos. El lugar elegido para la ceremonia es el jardín de la casa de Los Hamptons.
Kate observa, desde la ventana de la habitación donde se está arreglando, a Castle recibiendo a los invitados. No puede evitar que de su rostro salga una sonrisa al verle, está guapísimo. Sigue sin creerse que hoy vaya a casarse con él. Nos lo merecemos después de todo lo que hemos pasado juntos, piensa Kate. La voz de su padre la saca de sus pensamientos.
-Katie, ya es la hora. ¿Estás lista?
-Sí papá, estoy lista- dice echándose un último vistazo en el espejo.
-Estás radiante- Kate lleva un sencillo vestido blanco de palabra de honor adornado con un broche de diamantes, que hace juego con la diadema que le sujeta el pelo. –Ojala pudiera verte tu madre- dice mirando a su hija con orgullo.
Kate coge del brazo a su padre y abandonan la habitación. Se paran en la puerta que da acceso al jardín esperando a la música que anuncia su llegada. Cuando comienza la melodía, las puertas se abren y dejan oír el canon de Pachelbel. Kate comienza a andar. En el pasillo entre los invitados no saluda a nadie. Tiene su mirada fija en Castle, el cual la mira boquiabierto. Jim le da un beso en la frente a su hija antes de dejarla junto a Rick.
-Estás preciosa- Castle le susurra al oído.
La ceremonia transcurre tranquilamente. Ambos esperan impacientes el momento en el que por fin estén casados.
-Yo os declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia- pronuncia finalmente el sacerdote mirando a Castle en la última frase.
Castle coge de la cintura a Kate y se acerca a ella. La besa mientras todos los invitados se levantan y comienzan a aplaudir.
-Te quiero- dice Kate entre lágrimas de felicidad.
-Yo también te quiero- Castle le acaricia la cara y le limpia las lágrimas.
Los invitados pasan al interior de la casa mientras el jardín se prepara para la celebración. Aquí todos felicitan a los novios. Los primeros en hacerlo son Espósito, Lanie, Ryan y Jenny.
-Richard- le llama su madre. –Hay alguien que quiere veros a ti y a Kate.
-¿Quién?- pregunta extrañado ante el misterio de su madre.
-Subir y lo averiguareis. Os está esperando en tu habitación.
Castle coge de la mano a Kate y suben juntos. Al llegar a la habitación, se encuentran con un hombre de espaldas y con el pelo canoso. Castle le reconoce inmediatamente.
-¿Papá?- cuando Kate oye a Castle pronunciar esa palabra le mira sorprendida. Le dijo que le había conocido en París, cuando fue para recuperar a Alexis. Kate creía que nunca conocería a su suegro.
-Hola Richard- padre e hijo se abrazan.
-Cuanto me alegra volver a verte, y más en este día.
-Y a mí. Oye, ¿no vas a presentarme a tu mujer?- hace un gesto señalando a Kate.
-Sí claro. Papá, ella es Kate y Kate, el es mi padre.
-Es un placer conocerle- extiende la mano para saludarle.
-El placer es todo mío.
Los tres se quedan hablando hasta que el padre de Castle se tiene que ir. Se despiden de él y vuelven a la fiesta.
La tarde transcurre sin novedades, salvo por los discursos de Jim, de Martha y de Javi y Kevin. Antes de pasar al baile Castle se anima a decir unas palabras:
-Alguien dijo una vez que el amor, para que sea autentico, debe ser difícil. Con esta frase he llegado a una conclusión: nuestro amor es el más autentico que pueda existir- dice mirando a Kate- porque nadie ha pasado tantas dificultades como nosotros. Llevo casi toda mi vida escribiendo historias ficticias, pero hoy comienzo a escribir una historia real junto a una persona de la que estoy locamente enamorado. Kate, te quiero y gracias por soportarme estos últimos seis años y por querer hacerlo el resto de nuestras vidas.
Kate se levanta cuando Castle termina de hablar y le besa. Al escuchar sus palabras ella también se anima:
-Un amigo me dijo que no antepusiera el trabajo al amor, porque sería un error. Le hice caso y gracias a él estoy aquí. Antes de que aparecieras- mira a Castle- no me divertía y cuando llegaste hiciste que mi trabajo, mi vida fuera entretenida. Estos últimos años trabajando contigo han sido increíbles. Y Rick, soy yo la que te tiene que dar las gracias. Gracias por estar ahí siempre, por cubrirme la espalda, por recordarme quién soy y, lo más importante, por ayudarme a resolver el caso de mi madre y a superar su muerte. Te quiero.
El baile lo inician los novios y después se les unen los demás invitados. La sorpresa de la noche la dio Espósito, el cual se animo a cantar. A las 3 de la mañana, Castle y Beckett se retiran de la fiesta para descansar, ya que mañana tienen que coger un vuelo rumbo a Jamaica. Poco a poco los invitados se van marchando.
Mientras en la habitación Castle y Beckett disfrutan de la noche. Una noche de ardor y celebración, que transcurre entre besos, caricias y te quieros. Este era otro de los momentos que esperaban impacientes.
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Una nueva vida
FanfictionEsta historia la escribí antes del final de la sexta temporada, por lo que algunas cosas son diferentes respecto a la serie. No todo es felicidad después del casamiento, y Castle y Beckett tendrán que seguir superando obstáculos. Para mis Fillionati...