Era otro amanecer, otro día mas, pero de esos días que te sientes invencible, sin embargo el parecía ser el único feliz en la vivienda, la madre lloraba descontrolada mente, el padre se veía destrozado aunque no soltaba lagrimas, el pequeño confundido pregunto a su madre ¿Que pasa? al no recibir respuesta intento llamar su atención tocándole suavemente el cabello, pero su mano se desvaneció en el intento y ahí comprendió todo.