Jeaden
Anudar una corbata es un rollo. Mi madre entra a el cuarto tras escucharme maldecir repetitivamente
-Es imposible que me salga- digo frente a ella clamando por ayuda
-Es cuestión de práctica- dice amablemente mientras la toma en sus manos. En solo treinta segundos logra lo que he intentando hacer desde hace media hora. Me veo al espejo para ver mi aspecto final de traje y corbata, nada mal.
-Eres todo un hombre- Dice mi madre y toma mi brazo -Muy guapo-
Miro a mi madre en el reflejo y digo
-Cielos señora Susannah usted si no a envejecido ni un poco-
-¡Cuidado si dices lo contrario!- golpea mi hombro de forma dulce y ambos reímos.
Estamos de camino a un evento benéfico al que hemos sido invitados por el trabajo de mi madre, ella es abogada y de las buenas.
Es sábado, en toda la semana no he visto a Hannah. No me sorprendería saber que ahora se esconde de mí. Aún después de toda la vergüenza que pasó, fue muy valiente asimilando aquello. Valiente...
Ya esa palabra le pertenece solo a ella.Hora y media de tráfico hizo atrasarnos aún más. El evento se efectuará en la terraza de uno de los mejores hoteles de California, un lugar muy refinado y elegante. Estoy adaptando a ese tipo de entorno, el trabajo de mi madre lleva mucho de eso, mientras más personas conoce a más eventos pijos vamos.
Ya es de noche y las linternas suspendidas encima de nuestras cabezas están encendidas, una decoración minimalista con plantas y estatuas caras. Nos ofrecen una copa, aceptamos y saludamos a nuestros conocidos.
En un momento perdido de la conversación miro hacia el frente y observó a una chica con hermoso vestido rojo, a su lado una mujer alta con porte de modelo. Nuestros ojos conectan y es ella, Hannah.
Ella también me mira y revira sus ojos, mis pies ya están caminado por inercia hacia ella.-¡No puedo creerlo!- admito
-Mucho menos yo- contesta cortante y fría
Miro a la mujer a su lado y espero una presentación de su parte pero está llega por parte de Hannah
-Jeaden ella es Anne- dice
-Un placer- le ofrezco una mano -Jeaden-
-Todo mío- dice Anne -Hannah voy a buscar a Roy- se retira y eso la pone aún más nerviosa, creo que voy a divertirme un poco.
Hannah
Antes de que Jeaden apareciera ya me sentía incómoda con este provocativo vestido que Anne me obligó a usar. Estamos en un evento del trabajo de Roy, que es el dueño de una firma de abogados, para él es una obligación asistir, y es obvio que debería traer a su familia.
Toda la semana huyendo y haciéndome pasar desapercibida en la escuela para no encontrarme con Jeaden y en el lugar menos inesperado lo tengo frente a mí, sin escapatoria.
-¿Qué tal la semana?- pregunta con la sonrisa maliciosa que conocí de sobras el domingo pasado.
-Fantástica- digo secamente mirando a otro lado
-Mentiras-
Lo miro confundida y siento miedo de que realmente sea capaz de leer mi mente. Claro que es mentira, ha sido una semana donde mi dignidad se ha estado arrastrando por los suelo cuando pienso en todo el espectáculo que hice el sábado pasado. Lo más vergonzoso de la situación es con él, debido al arranque de "valentía" que me dio por demostrar.
-¿Qué sabrás tú de mi vida?- cuestiono enojada con toda esta intriga que siempre hace. Vale, todo fue mi culpa pero tampoco me lo restriegues.
-Yo nada y eso es lo que me frustra- declara de forma tranquila.
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Quédate
RomansHannah busca la mejor versión de si misma. A comenzado este viaje en una nueva cuidad, una nueva escuela, nuevos amigos. Aparentemente todo está de su favor. Pero... ¿Qué pasaría si se enamora?¿Es tan complicado el amor?