La forma en la que hablan, caminan, responden, comen. Las escuelas a las que asistirán por el resto de sus vidas.
Su forma de vestir, su "gusto" en los deportes, su incesante manía por ser los mejores aunque eso signifique dejar de respirar.
Esa es...
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Los Gemelos Jeon.
Toda la vida hemos estado al tanto de que no somos gemelos reales. No contamos con un físico similar, tampoco nuestros rasgos faciales concuerdan a gran medida con los del otro. Aun así, la palabra gemelos siempre logra reconfortarme cuando alguien más la usa para describirnos.
Tae ha sido mi compañero de vida desde que tengo uso de razón. Mi persona favorita en todo el mundo, al igual que mi primera palabra. Llegamos con unas horas de diferencia, siendo el mayor a mí por exactamente 83 minutos. Tal vez esto no debió ser así para empezar, ya que siempre he sido yo quien sobreprotege al otro de cualquier cosa.
Nos enfrentamos al mundo juntos, pero si puedo ser yo quien vaya enfrente del camino tomaré el lugar primero, no podría dejar que algo desconocido lo dañe.
Así en un acuerdo silencioso que se ha desarrollado con el tiempo en mí familia, nuestros padres me dan algunas responsabilidades que le corresponderían al mayor. Son tareas simples como, tomar su mano al cruzar las calles. Asegurarme de que este comiendo a sus horas, procurar que su vida escolar sea lo más amena posible y sobre todo, cuidar que sus amistades no sean perjudiciales para él.
Taehyun es una persona muy inteligente a la hora de hablar sobre historia, negocios o ciencia, aunque es muy ingenuo cuando de leer y confiar en personas se trata.
Cuando éramos niños solía ser relativamente sencillo aprobar quienes se relacionaban con nosotros, nuestros padres mantenían amistades con algunas otras familias y sus hijos no parecían suponer algún peligro especial.
Así que después de una pequeña investigación o una evaluación de conducta por mí parte, Min Yeonjun, Kim Soobin y Jung Beomgyu fueron los seleccionados para convivir ocasionalmente con Tae. Claro que yo también formaba parte de este reducido círculo de niños quienes corrían de un lado a otro entre los campamentos y clubs deportivos que teníamos.
Mi hermano mostraba un cariño genuino por cada uno de ellos conforme pasaban los años, un cariño que me dificultaba la tarea de leer sus movimientos y planear mis respuestas.
Llegados a un punto, Tae buscaba a alguno de nuestros conocidos en ocasiones donde yo no estaba presente.
"Son mis amigos Kai, tú tenías clases de tenis con papá por eso no te invite"
Fue su excusa para calmar mi llanto el día que salió con Min Yeonjun y Kim Soobin sin avisarme.
Yo había corrido todo el camino de la cancha hacia casa cuando él no respondió mis llamadas telefónicas, el siempre atendía en el tercer llamado, esa era nuestra regla, entonces deje a papá colgado en medio de la partida para emprender mi camino en busca de mi otra mitad.
Cuál fue mi sorpresa al enterarme que mi gemelo no estaba bajo ningún peligro, sino que, este se divertía con otras personas a mis espaldas. Los celos de ver como alguien más estaba ocupando mi lugar en su corazón fueron los suficientemente dolorosos como para hacerme llorar por primera vez en toda mi vida.
