Tashiko Sesshomaru, un hombre, definitivamente, jamás se ha considerado una persona de oro, ni mucho menos, tampoco espera ser la perita en dulce que todos aman, no, el es él nuevo líder de la mafia oriental nipona, lo acepta, ya lo ha hecho hace tiempo, no tiene problemas con llevar esos negocios ilícitos, es contrario a su hermano, quien si lucha en contra e intenta liberarse, ja, Sasshomaru ha sido el mejor espectador de lo que puede pasar y apenas una pizca de importancia le otorga, porque no, no son hermanos legítimos, Tashiko es el único en su clan.
Un hombre como aquel que era Sesshomaru, no necesitaba a amigos, no, aunque si personas de confianza, las tenía, claro que si pero eso no evitaría que les volará los sesos sin contemplaciones en cuanto alguno defraudará sus expectativas, por eso lo ven así, como el implacable terror japonés, uno de sus tantos apodos dados por otros, por que así lo sentían, así percibían a Tashiko, con sus ojos rasgados, tan crueles y posesivos, con su larga cabellera platinada, con su altura tan elegante, su siempre serio rostro que no denotaba casi ninguna emoción, altivo y fuerte, alguien que destila poder y masculinidad, jamas ha tenido problemas para encontrar parejas de una noche, jamás ha tenido problema en dejar muy por debajo a su hermanastro, pero definitivamente no esperaba, algo que el hijo de puta de Inuyasha, el cabron de Inuyasha, el muy bastardo había conseguido sin que su hermano se enterara.
Kagome, si la dulce azabache había caído enamorada en las manos de su hermanastro y eso a Sesshomaru no le importaba, oh no, claro que no, o eso paso hasta que la vio por primera vez un día, colgada de su hermano, con su cremosa piel, tan hermosa y dulce, tan llena de vida, un carácter fuerte que quería gobernar, queria destrozarlo quería tenerlo para si, porque con esa pequeña cintura y esas excelsas proporciones había robado algo que nadie tenía, había sin ningún movimiento obtenido el amor puro y cruel del gran Terror Japonés y eso era el inicio, sólo eso porque a Sesshomaru no le importaba Inuyasha ni mucho menos sus estúpidos amiguitos o ese espíritu férreo a luchar que Higurashi portaba con orgullo, no, tampoco el amor que esos dos se profesaban, porque aunque justo ahora este agonizando de ira y celos, revolcándose en su inmundicia sabe que la va a arrebatar de los brazos de el mocoso estúpido de Inuyasha.
Sabe que esta yendo lejos, sabe que se está arriesgando por una muchacha menor, pero no le importa, no cuando tiene a medio mundo comiendo en la palma de su mano, a Sesshomaru no le importa, porque aunque ella intente escapar de él, no hay lugar, que aunque Inuyasha en sus vanos intentos intenta no mostrarsela a su hermano, ya es muy tarde, porque Sesshomaru ha demostrado interés en Kagome, Inuyasha sabe que eso es malo, sabe que jamás ha pasado, y aunque no quiera aceptarlo tiene miedo, porque sabe que si Sesshomaru quiere, puede tenerla tal como a una muñequita de porcelana.
Pero no, no es tan fácil, claro que no, Sesshomaru sabe que eso sería demasiado simple, tenerla y lastimarla, no, jamás, el ni siquiera quiere verla con un rasguño es por eso que en vez de obtenerla de una sola vez, se esfuerza un poco, sabe que su plan rendirá frutos, lo ha comprobado ya, aquel día en el que se conocieron, ella se había sonrojado hermosamente, había tartamudeado y tal vez no haya sido una prueba de amor pero ahí había interés, interés que Sesshomaru convertiría en amor, es por eso que lo hace con calma, la mira de vez en cuando aquellas veces que por "casualidad" se encuentran en el Instituto de Inuyasha, aquella vez en la que evitó que un mocoso hormonal la besara aunque ella no quería, Sesshomaru era su héroe, claro que si, oh, pobre Higurashi, ella creyendo que habían expulsado a Hoyo, sin saber lo que realmente ha hecho Sesshomaru en un ataque de celos, es mejor así, Sesshomaru no quiere que lo vea como realmente es, al menos no tan rápido, es por eso que planea tomarse su tiempo, supone que por ahora le bastará con la información que comparten sus hombres con él, porque si, lo ha hecho, ha mandado a sus dos de confianza a cuidarla de todo y todos, a recolectar cada una de sus sonrisas, a regalarle los apuntes y exámenes que ella tanto anhelaba a aprobar, ya que simplemente su abuelo le había mandado por correo un cuaderno con cosas vitales, aunque eso no fuera cierto, aunque Sesshomaru movía cielo mar y tierra por verla sonreír.
Todo marchaba bien, según los planes del peliplata, pero oh no, ese día se desataria una monstruosa tormenta porque ese día había encontrado a su querida Kagome llorando, ese día ella se lanzó a sus brazos creyendo que Sesshomaru la consolaría, creyendo que él era una buena persona en el fondo, cosa que él hacia solo por ella, porque Tashiko no sentía empatía por otros a parte de Kagome.
Aunque lo hizo, con su típico semblante frío dijo que todo iría bien, que Kikyo no había besado a Inuyasha, eso no estaba en sus planes claro que no, de hecho era pura suerte, esperaba que Kagome terminará con esa tonta relación pero no lo hizo, al día siguiente que la vio ella estaba feliz, rodeada por los brazos de Inuyasha, y si no fuera por el autocontrol que posee ya lo hubiera golpeado y sin medirse, sobrepasando su cordura, porque ese tímido primer beso que vio fue suficiente para liberarlo, a aquel, a ese perro rabiosos que vivía en su interior a aquel que desgarraba sus tripas para salir y desgarrar toda esa mierda, para quitarla de ahí y escerrarla, pero no lo hizo, al menos no en un lugar tan lleno de gente y se fue, desquitando su ira en Lin, aprovechando que ella estaba lista y feliz de recibirlo entre sus piernas, aunque eso no se comparaba a nada.
Es por eso que esperó, esperó con odio y posesividad a que anocheciera esperó a que ella saliera de su casa para hacer sus compras y la agarró, el Terror de Japón la capturó, con cuidado y dulzura la obligó a meterse en el auto negro y blindado mientras ella suelta preguntas tontas pensando que era un broma, al menos eso creyó hasta que vio al hombre de su lado sonreír, porque nadie lo había visto, no a Sesshomaru.
—Sesshomaru d-donde v-vamos
Ella comienza a quejarse y a gritar para que la suelten, llora y grita pero no, él no va a volver a dejarla ir, es por eso que le sostiene la mano transmitiendo un poco de su cruel amor y ella se sonroja, él sabe que ha ganado porque Kagome ahora le pertenece, porque justo ahora ella no sabe que decir y Sesshomaru se va a encargar se mantenerla suave y dulce sólo para el, llena de fertilidad pura al igual que un bosque calmo.
Porque es hora de que Higurashi deje de soltar preguntas tontas y comprenda quien es su verdadero dueño, es hora de que deje esas tontas ilusiones y deje de aferrarse a Inuyasha, es hora de que acepte que ahora será la reina y emperatriz del mafioso Tashiko, que acepte ser la dueña de todo, que sepa que tiene a ese poderoso hombre en un dedo, que el mataría y moriría por ella, es hora de que acepte que estan hechos para estar juntos.
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Muy tóxico alch.
Quería probar algo nuevo y bueno este shipp le gusta a una amiga.
Se que nadie va leer esto pero si alguien lo lee no me tiren hate :(
Me gusta este estilo de narración uwu
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Toxic [Sesshome]
FanfictionPorque él está enamorado y si es necesario va a quitar a quien sea de su camino... Aunque a ella no le guste. 🌸 Mi primer Sesshome. 🌸 Romance tóxico.