el fuego es traicionero, ilumina tu camino a la vez que te quema.
•jasper hale x oc
•empezada: 09/02/2020
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Sus ojos se abrieron lentamente cegados por la desagradable luz particular de los hospitales, su cansada mirada se dirigió a la persona a su lado encontrándose con su querida tía que la observaba sonriente.
—¡Mi niña!—exclamó la rubia con su voz cantarina.
—Tía Soph, ¿qué hago aquí?—la mente de la pelirroja se encontraba espesa hasta que empezó a recordar todo lo sucedido con James
—Ibas junto a Bella por las escaleras cuando ella se tropezó y las dos atravesasteis la ventana, ella está en la habitación de al lado, ¡No me dijiste que dónde te ibas a quedar a dormir era en Phoenix!—la pelirroja dirigió sus cansados ojos a su tía pensando una mentira rápida.
—Sí, es que Bella quería marcharse del pueblo y me preocupaba lo que podría haberle pasado yéndose sola.—la voz de la pelirroja sonó resentida en las últimas palabras.
—Eres un amor, Moni, pero no debes arriesgar tu vida con tanta facilidad. No después de todo por lo que has pasado.
—No la arriesgo, no pensaba que algo así pudiese ocurrir.
La mentira salió con tanta facilidad de sus labios que hasta ella se sorprendió, claramente en lo primero que pensaba cuando fue a aquel lugar lleno de espejos era en que Bella y ella podrían morir con facilidad.
—¿Desde cuándo eres tan amiga de la hija del jefe? Nunca me la habías nombrado.
—Oh, es algo reciente.—susurró la pelirroja antes de recordar algo o más bien a alguien—¿Y Jasper?
Su mirada se movió inquieta por la habitación hasta fijarse en que el rubio estaba a pocos metros de ellas fingiendo dormir.
—Se durmió hace rato, no se ha separado ni un segundo de ti.—la mirada de Sophie se volvió pícara— Dime, ¿es tu novio?
—Sí, lo es.—respondió luciendo nerviosa.
—¡Oh, lo sabía! Soy adivina, querida.
—¡Tía Soph!—la rubia se llevó las manos a la boca.
—¡Está bien! No diré nada más pero tienes que presentármelo formalmente.
—Cuando pueda volver a caminar, a lo mejor.—sonrió burlona la pelirroja.
—Claro, cariño, tómate el tiempo que quieras. Iré a por un café, descansa.—la mujer besó su frente antes de salir risueña de la habitación, Jasper se acercó con rapidez a ella.
—Jasper...—su nombre salió como un suspiro de su boca y el rubio acarició su mejilla con cariño.
—Estoy aquí contigo.—una sonrisa iluminó el agotado rostro de la pelirroja.
