Fiesta de matrimonio

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El día de la fiesta, el padre de Tamara recogió a Alex temprano para estar con él.

-Felicidades, hija. - le dio un beso a Tamara - ¡Papi te quiere!

-Gracias Papá.

-Oye tío! ¿Vamos a caminar con el abuelo?

-¡Vamos! - Saltó sobre el regazo de Fernando.

-Hasta luego, hija. - abrazó a Tamara.

-Hasta luego, Rony.

Tamara se sentó en la sala a esperar a Irene.

-Amor, ¿nos vamos? - dijo Irene.

-Finalmente - besó a Irene - Vamos.

Fueron a un spa para relajarse y prepararse para la fiesta.

-Sigo pensando que es una exageración. Podríamos quedarnos en casa. - Dijo Tamara.

-Amor, aceptaste que el día tenía que ser especial. No sería divertido quedarse en casa.

-Solo estar contigo ya es especial, amor. - lanzó un beso a Irene - ¡te amo!

-Ay amor. ¡Yo también te amo! - abrazó a Tamara.

-Así que no puedo conducir, bebé.

-Te dije que no vinieras en coche, pero eres terca.

-Y, ¿qué haría si no estuviera conduciendo?

-Iba a besarte. ¿No puedo?

-Si – Tamara detuvo el auto - Ven aquí.

Se besaron.

-Suficiente amor. - dijo Irene, empujando a Tamara.

-¿Podemos saltar a luna de miel?

-¡No! - besó a Tamara - ¡Descarada!

-¡Guapa!

Tamara continuó el camino hacia el SPA. Cuando llegaron, Irene dijo:

-¡Hasta más tarde! – besó a Tamara.

-No me gustó esa parte. - besó a Irene - Quería estar contigo.

-La noche será toda nuestra, amor. - besó a Tamara – Adiós.

-¡No veo la hora! - besó a Irene - ¡Adiós!

Cada una fue a una habitación. Hicieron masajes, tomaron baños relajantes y se prepararon para la celebración. Cuando llegó el momento, Tamara fue a la fiesta a esperar a Irene. Ella no lo quería así, pero, Irene insistió en que quería llegar más tarde.

-¡Hija! ¡Qué hermosa te ves! - Dijo Malvina.

-Gracias mamá.

-Hoy es tu día, querida. Felicidades – besó a Tamara - Mamá te ama.

-Lo sé, mamá. Gracias.

- Te ves nerviosa. ¿Qué pasó?

-Sí. Pensé que podría escapar de esto, ya que estamos casadas, pero no había manera. Incluso estoy temblando.

-Qué bonito, hija. - abrazó a Tamara - Esto es amor. Cuando amamos mucho, no importa cuánto tiempo pase, siempre se siente como la primera vez.

-Me encanta mucho Irene, mamá. - estaba emocionada.

-Lo sé, hija. - besó a Tamara - Puedes verlo en sus ojos. Mantén la calma, respira y disfruta la fiesta o te arrepentirás más tarde por no disfrutar cada momento.

-Lo intentaré, mamá. Gracias.

-De nada mi amor. Mamá está aquí para lo que necesites.

Tamara fue a saludar a otras personas que ya habían llegado.

Fly con vos (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora