No importa por lo que estés pasando, no importa tu situación. Siempre ten paciencia y Dios que te ve en lo alto, te recompensará en público.
Puede qué tu situación económica no sea la mejor. Pero el señor te ve y ve cada lágrima qué derramas. Aunque no lo creas, el señor ha recogido cada lágrima. El las guarda en sus manos y le duele lo qué te pasa, pero si tú no le entregas tus problemas y tus sufrimientos a él, él no te podrá ayudar de la forma en qué tú quieres. Debes amarlo a pesar de todo. Debes de hablar con él. Cuando estés sola, habla con él, puede qué te parezca estúpido "hablar sola" pero él esta allí contigo. Él nunca te ha dejado sola, siempre te arrulla antes de irte a dormir. Él te ama, búscalo.