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No he tenido una vida fácil.


Tengo muy pocos recuerdos de mi niñez, mi madre murió de cáncer cuando sólo tenía 10 años. Era una mujer trabajadora, una hermosa Omega de cabellos rubios y mirada amorosa. Pero el destino es cruel y se la llevó aún muy joven.


Después de que mi madre muriera mi custodia paso a mano de uno de sus amigos. El abuelo Yang, ahí conocí a Jeongin.


La primera vez que lo vi pensé que era una niña, tenía unos lindos ojos rasgados color verdes como el bosque y un cabello lacio rojo. Su abuelo era un Alfa muy amable y me quería como si fuera su familia, pero el destino es caprichoso.


A los 13 años casi que al mismo tiempo los dos nos presentamos, marcando nuestros destinos... los celos... somos omegas y aunque la sociedad ya no nos margina como antes igual hay limitaciones, pero no sólo eso.


- Es un Omega defectuoso, no presenta aroma, es imposible que consiga un Alfa así.


- Pero su celo le llega con normalidad. –escuche hablar al abuelo.


- Puede que ovule, pero sin aroma un Alfa no notará que es Omega y puede que no tenga buena descendencia. –dijo el doctor.


Esas fueron las palabras del médico después de que me llegará por segunda vez el celo y no se sintiera aroma alguno.


La vida puede ser una perra desalmada.


Cuando cumplieron sus 15 años el abuelo cayó enfermo, una enfermedad cardíaca y respiratoria se lo llevaba lenta y dolorosamente... No duraría más que unos meses.


-Siento mucho... dejarlos solos... sean fuertes... no se rindan.


-Abuelo... no me dejes...- decía entre lágrimas el de cabello rojo, el rubio se limitaba a llorar al otro lado de la cama.


-Perdóname... prim-primero tus padres...y ... ahora yo... pero no estás solo...- Volteó a ver a Felix- No están solos... cuídense... los amo- Y fue lo último que dijo antes de morir


En esa habitación sólo se escuchaba el llanto de los dos jóvenes y el pitido de la máquina que confirmaba la muerte.


Ahora, por las calles de una gran ciudad, corría como si su vida dependiera de ello un joven rubio de ojos azules y piel lechosa... ¿Motivo? Lee Felix de 17 años, Iba tarde a uno de sus dos trabajos.



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Al mismo tiempo en que los jóvenes omegas sufrían por la muerte de su abuelo, en un centro médico de Seúl se encontraban madre e hijo, una mujer de cabellos castaños que le llegaba a la cintura, una Alfa hermosa y a su lado un joven de alta estatura para su edad, castaño claro tan brillante, y una piel blanca y tersa, con una mirada afilada y ceño fruncido, un Alfa de 20 años... Los dos estaban escuchando lo que el médico les decía.


- Señora Bang, él tiene todos los rasgos de un Alfa, la fuerza que por cierto es mucha, la inteligencia, la agilidad. Pero su olfato... Chan no percibe el aroma de los omegas. Sí, distingue los demás aromas normales como si fuera un beta. Pero no se preocupe señora Lisa, él puede tener cachorros, sólo que tiene que estar pendiente de su Omega cuando lo tenga y que este le avise de sus celos.


-No hay algún tratamiento... porque me parece muy raro. Cuando era pequeño si podía percibir el aroma de omegas.


-Puede que lo haya perdido con el tiempo... pero vuelvo y le digo no hay de qué preocuparse.


-Tsk, si ya acabaron con esta mierda vayámonos. – dijo Chan mientras se ponía de pie.


-Gracias doctor. - salieron del edificio y un auto negro los estaba esperando- Que raro... si él podía...








Alquilado (ChanLix) - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora