"Serás culpable de tus desilusiones, si siempre creas altas expectativas"
Sophia
Puedo sentir como las delicadas telas de las sábanas rozan mi piel. Los rayos de luz se hacen presentes como de costumbre en cada mañana atravesando el cristal de las ventanas y pegando directo a mi cara. No me apetece para nada levantarme, a decir verdad, el momento se siente demasiado placentero como para arruinarlo.
Bajo la molesta irritación que empiezo a sentir, me veo obligada a esquivar toda clase de luminosidad que interfiriera entre mi apetecible sueño y yo. Hago el ligero intento de ocultar mis ojos de la luz del sol pero quedo inmóvil al instante. Un gran peso sobre mi me impide realizar cualquier tipo de movimiento, es aquí entonces cuándo decido que ya es tiempo de abrir los ojos.
Observo mi alrededor e instantáneamente me percato que no me encuentro en mi habitación, Parpadeo varias veces para cerciorarme que en realidad me encuentro en este lugar y de que no se trata de una jugada sucia de mi mente y es solo un sueño más. Pero para mi desgracia, no, no estoy alucinando, la cama en la que me encuentro tan cómodamente acostada no se trata de la mía.
¿Pero si no es mía entonces de quien? Peor aún ¿Que hago yo aquí? ¿Y por qué motivo no puedo moverme?
Trato de inspeccionar el lugar con la mirada.
Se trata de una habitación bastante amplia y totalmente elegante, en nada se puede igualar a la mía (escasa de espacio y con un completo desastre por todos lados).
En esta, todo esta perfectamente ordenado. Las ventanas son enormes, decoradas por cortinas azules y blancas. Hay estanterías y libros, Lámparas más grandes de lo normal, hay un pequeño escritorio muy organizado con un ordenador y bastantes papeles arriba. Se pueden observar las puertas de lo que parece ser un largo y enorme guardarropas el cual cubre más de la mitad de una de las paredes. Hay un tapiz redondo color negro que arropa gran parte de la habitación.
Intento nuevamente hacer mi mayor esfuerzo para poder moverme, pero nada, una vez mas es inútil.
Siento como el gran peso repentinamente se aparta de mi, de un segundo a otro ha desaparecido completamente. Cuando al fin logro moverme, estiro mis brazos y piernas con fuerza. Siento una sensación de satisfacción y alivio recorrer mi cuerpo.
Que bien se siente.
Retiro las sábanas de mi cuerpo y avanzó a incorporarme pero ¡Grave Error! Noto que estoy completamente desnuda y no solo eso, si no que también hay un chico sentado al borde del otro extremo de la cama dándome la espalda.
¿Que ha pasado aquí?
No se si entrar en pánico, gritar o golpearlo. Mi mente explosiva inicia a dar vueltas mientras maquina millones de cosas en ella y trata de analizar todo pero por más giros que da mi cabeza la respuesta concluyente no llega.
Él chico permanece anónimo justo en el mismo lugar y con la misma posición en completo silencio, inesperadamente se gira de un solo movimiento y detiene sus ojos en mi. Mis reflejos se activan de inmediato y con agilidad estiro mi brazo para alcanzar las sábanas y cubrirme sin pensarlo dos veces.
Lo veo resoplar de forma burlona mientras tanto niega con la cabeza, como si lo que yo acabara de hacer fuese algo sumamente estupido. Siento mis mejillas endurecer y se sonrojan de la vergüenza, mientras él solo continúa escaneándome con la mirada de una manera extraña y algo nueva para mi por parte de un hombre.
¡Un momento!
Observo atentamente su rostro por unos segundos y justo eso me toma, solamente un par de segundos para reconocerlo, recordar lo sucedido y como es que he acabado aquí. Mi cuerpo se tensa y mi respiración comienza a ser sofocada. Me pongo ya completamente de pie algo nerviosa mientras sujeto con todas mis fuerzas la única tela que cubre mi cuerpo desnudo.
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Lo más sencillo fue complicarlo todo ✔
RomantikSe supone que solo sería una noche. ¿Que tan jodido podría ser? Una noche que solucionaría uno de sus más grandes dilemas. Al menos, eso fue lo que pensó Sophia Morgan la noche que conoció a Ethan Parker, Pero lo que jamás se imaginó, fue que con...