Draco
Esto es alucinante. Me siento como si fuera mi primera vez y no es que lo sea. He tenido muchas experiencias con mujeres de todas la edades. Después de todo, soy hijo de mi padre, pero con Ángela. No sé si serán los nervios de saber que va a ser su primera vez. Eso me obliga a ser más tierno, más delicado con ella. No quiero que se lleve una mala impresión. Sé de sobras que la primera vez es algo que puede marcar a cualquier mujer.
Cuando noto sus pequeñas manos meterse por dentro de mi camisa no puedo evitar soltar un gemido de satisfacción.
—¿Te gusta que haga esto? —pregunta con una seductora sonrisa.
—Me gusta todo lo que tú me hagas —respondo besándole con pasión.
Lo que Ángela me provoca es demasiado fuerte, por lo que me cuesta controlarme. Quiero que entre nosotros todo sea perfecto. Si es la única noche que podemos pasar juntos, no quiero que se lleve una mala impresión. Quiero que sea algo que recuerde para siempre.
Me sorprende cuando ella toma la iniciativa y comienza a desabrochar mi camisa mientras me mira con lujuria. Parece ser que las hormonas son más fuertes que ella, por lo que le dejo hacer. Si quiere ser ella quien tome la iniciativa, ¿quién voy a ser yo para negarme? Además, tengo curiosidad por ver qué es lo que hace.
Prácticamente me arranca la camisa y se queda observando mi torso completamente fascinada. Sus manos lo acarician mientras no deja de mirarlo con deseo.
—Tienes un cuerpo tan perfecto —susurra mientras empieza a depositar besos sobre éste.
Yo me dejo hacer mientras me siento incapaz de contener los gemidos. Cada vez que deposita sus labios sobre mi piel me provoca auténticas oleadas de placer. Cada vez tengo más ganas de sentirme dentro de ella, de hacerle gritar de placer, pero debo ser paciente. Tenemos toda la noche y, como ya he dicho antes, todo debe ser perfecto.
Continúa bajando por mi estómago y se detiene a juguetear con mi ombligo. Eso me pone a cien. Cuando veo que empieza a desabrochar mis pantalones no le detengo, aunque me sorprende el que sea tan lanzada.
Una vez los baja, se queda admirando mi miembro ya listo para la batalla mientras se relame de gusto. Me encanta verle así, rendida a mis pies, pero a la vez me asusta. ¿Acaso habré liberado a una bestia hambrienta de sexo? Conociendo las características de su generación, eso es muy posible.
—Es precioso. Es perfecto —comenta mientras agarra mi miembro con su mano y comienza a mover ésta de arriba abajo.
—¿En serio? —pregunto divertido —. Pues es todo tuyo.
—Y te aseguro que lo pienso disfrutar —dice antes de introducirlo en su boca.
Ese gesto me sorprende. Entonces empieza a meterlo y sacarlo de su boca sin perder el compás. ¡Yo alucino! Es la mamada más perfecta que me han hecho en mi vida. ¡Y me han hecho muchas!
Lo está haciendo tan bien que me da miedo correrme enseguida. Debo distraerme con lo que sea para aguantar. No puedo acabar ya. No sin haber empezado con ella.
Cierro los ojos incapaz de evitar gemir por el trabajo tan perfecto que está realizando. Intento centrarme en otra cosa, pero, por desgracia, no parece funcionar. Toda la mansión se ha convertido ser un desenfreno sexual. Parece ser que todos han querido hacer de esta noche algo especial.
Me sorprende el escuchar los ruidos procedentes del cuarto de mi hermana. ¿Es en serio? ¿Está con los dos? Eso me hace gracia. Seguro que no sabía por cual decidirse y ha buscado la mejor solución. Aún así, me alegro por ella. Va a tener una noche que jamás olvidará.
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DC XII:LA REINA DEL MUNDO √
FanficSin Cris, sin Drogo y sin Lorie, los bartholitos van a tener que asumir su responsabilidad como niños prohibidos. Tienen que detener a Merlín e intentar salvar a Fiona de sus garras. Eso sin contar con la amenaza de Hades. Por suerte para ellos. cue...