Capitulo 7

44 3 0
                                    

Pasa el martes Ana y yo entre estudios y más estudios, sobre todo alistándome para mi nuevo inicio en una nueva facultad, con la carrera deseada.

Cuando llega el gran día, me despierto, milagrosamente sin ninguna pesadilla, lista para un gran día.

Reviso mi horario pegado en la pared, veo todos los mensajes recibidos y veo uno de mis padres felicitándome por una nueva meta en mi vida, tengo uno que no puede faltar de mi hermana y de mi hermano obviamente. Así comienzo con buen pie mi día, decidida a arreglarme siempre con mis pantalones anchos y mi camisa blanca básica larga y ancha también.

Decido tomar mi gorro y ahí vamos, lista y preparada para muchas nuevas cosas hoy.

Cuando salgo, no está Ana, de seguro salió más temprano que yo, pero como siempre me dejo una nota rosada, diciéndome que pase un lindo día en mi nueva facultad, que no me ponga ese gorro horroroso que siempre uso.

Me rió al leer lo último que puso en la noche, obviamente Ana sabe que no haré eso de quitarme el gorro.

Bajo por las escaleras, llego al estacionamiento decido fumar, tal vez sean los nervios de un primer día, he tenido muchos primeros días en estos últimos años, muchos cambios, hasta que por fin ahora siento que de verdad pertenezco a un lugar. Sale mi vecino sexy como siempre, el cual me pica el ojo, madre de hombre, por un hombre así cualquier cosa.

Salgo de mis sueños con este hombre y arranco para una nueva aventura.

Y me digo a mí misma: FACULTAD DE LITERATURA, SORPRENDEME.

Llego a la facultad de literatura, muy diferente a mi anterior facultad, todos en mi anterior facultad eran nerds pero aquí sí que hay de todo tipo de gente. Doy mis papeles a la directora de esta facultad, la cual me felicita como siempre porque he sacado la máxima calificación en todas mis pruebas, siempre he sido muy aplicada en mis estudios.

Decidida a entrar en el salón, respiro hondo y me digo que esto ha sido siempre lo que he querido, me lo repito muchas veces.

Entro y están todos sentados, ninguno parece notar que acaba de entrar alguien nuevo. Todavía no ha llegado el profesor, al parecer todos son muy tranquilos para lo que puede ver mis ojos, pero cuando llego al final del salón, en los puestos de atrás, está la peor pesadilla de todos, unos malas conducta, con los pies sobre los puestos, pero siento que todas esas caras las conozco de algun lugar, no me acuerdo ahora de dónde.

Entra el profesor, entonces les ordena a todos que se siente, cuando comienza a hablar de la clase de hoy y que la próxima semana ya tendremos prueba. Comienzo a tomar apuntes, de todo lo que está dando el profesor, muy interesante esta clase, todos los libros que nos mandan y cada uno de los detalles que explica el profesor.

Cuando la puerta suena y toda mi atención se dirige hacia... un chico.

– Ya lo he repetido miles de veces Santiago, la clase es a las 7.- le dice a un chico, el cual esta volteado y no logro ver bien.

– Si profe, disculpe. - dice un poco burlón.

Cuando voltea siento que la sangre me hierbe y quiero que me trague la tierra y me escupa en Tel-Aviv. Al darme cuenta que es el mismo patán al que golpee en el bar, el cual estaba fastidiando a aquella chica.

Me trato de esconder para que el patán este ni me note, espero que de verdad no me note.

Se sienta atrás con sus amigos, los cuales se comienzan a burlar muy fuerte, hasta que el profesor les dice que hagan silencio y todos se callan.

Cuando termina mi clase, que es la única del día, me pareció una muy buena clase. Todos se comienzan a parar, pero el profesor dice algo antes que todos se vayan.

– Esperen chicos, hoy les quiero presentar a una nueva alumna y compañera de clases, se preguntarán porque empezó tan adelantado al nivel que van ustedes, fue porque hizo cambio de carrera y saco las mayores notas, ven Lara, para que todos te vean.

Me paro, pero siento que este es uno de los momentos más incómodos de mi vida. TIERRA EN SERIO TRAGAME Y ESCUPEME EN TEL-AVIV.

Cuando todos voltean y me miran, muchos me miran con cara de curiosidad y otros con cara de que no les importe mucho, pero no quiero fijar mi mirada a la fila de atrás porque de seguro se prende una tercera guerra mundial en este salón.

– Chicos ella es Lara Lander Rosales, uno de los promedios más alto de la facultad de ingeniería, y al parecer ahora de literatura, bienvenida, espero que te lleves bien con todos en la facultad. - termina de decir el profesor.

Estoy segura de que ya se terminara el momento incomodo, comienzan los comentarios de atrás.

– ¿Y eso que se supone que es, una mujer o hombre? . - Dice uno de los idiotas de atrás.

Estoy decidida a ignorar eso y a seguir. Pero siguen hablando.

– Estoy seguro que el profesor se equivocó, eso no es una chica, es un hombre.

Cuando el profesor les llama la atención de nuevo y se callan, todos se comienzan a parar y a irse. Decido no mirar y recoger mis cosas, sé que de seguro Santiago ya me reconoció.

Soy la última en salir y el profesor me llama.

– Lara espera, ven acá.

– Diga profesor. - le digo un poco curiosa.

– Son muy sorprendentes de verdad tus calificaciones de tu anterior facultad, y las notas que sacaste ahora también son sorprendentes, son las máximas calificaciones.

– Gracias profesor. - todos los profesores de aquí están muy sorprendidos por mis calificaciones.

– Tienes mucho potencial Lara, y veo que eres buena hasta en los números, espero que sigas siendo un orgullo ahora en esta facultad, te aseguro que si sigues así quedaras de primera en el cuadro de honor. Y en la lista de las notas de oro.

– Gracias, ese es mi objetivo, en mi antigua facultad era la primera en todo, espero aquí seguir logrando mucho más.

– Aquí sé que lograras eso y mucho más, pero aquí hay mucha competencia señorita Lander, pero de seguro lograras mucho. - dice el profesor todavía viendo mi registro de notas.

Cuando salgo del salón, esta es mi única clase del día, estoy planeando tal vez retomar mis clases de boxeo y de esgrima. Tengo como dos semanas sin ir, por todas las pruebas que había tenido en mi periodo de cambio de facultad. Necesito liberar tantas emociones vividas últimamente.

Salgo caminando muy rápido deseando no conseguirme con los amiguitos de Santiago, ni con Santiago. De verdad que no quiero golpear a nadie hoy.

Mal día para decir "facultad de literatura, sorpréndeme" pienso.

Hasta que por fin llego al estacionamiento y desaparezco en un dos por tres de ese lugar. 

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora