Alquilado (ChanLix) - Omegaverse

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- Te encontré. 

Felix quedó petrificado. Ante él estaba un hombre de cabello castaño, que lo miraba fieramente, pero lo que más le impresionó fue el aroma... El mismo que sintió en la almohada, pero más potente, el calor crecía dentro de él.

-¿Quién mierda eres tú mocoso y qué haces en mi casa? -preguntó Chan sorprendido pero el aroma que sintió al llegar se intensificó... Cerró los ojos y aspiro profundo ese aroma embriagador... Era simplemente exquisito, la boca se le lleno de saliva, abrió nuevamente los ojos y miró fijamente al castaño- Tú... -lo dijo con voz gruesa casi sensual, sin pensarlo se acercó al muchacho que estaba petrificado y lo tomó del cuello acorralándolo contra la pared.

-L-lo s-siento... Po-por favor suel...teme. - Felix no sabía que sentir en ese momento, el aroma de ese hombre tenía a su Omega interno chillando porque se sometiera ante ese alfa. La mirada afilada que le dedicaba hacia que un escalofrío le recorriera el cuerpo, el calor de su cuerpo aumentaba cada vez más y además lo habían descubierto.

Chan acercó su nariz al cuello del desconocido, el cual se estremece por el roce y por sentir el aliento tibio en su piel.

- Tú eres el que huele bien mocoso ladrón. – Felix se sorprendió por lo dicho. Él no tenía aroma, como ese hombre podía olerlo. El pánico se apoderó de él y trató de zafar la mano que lo aprisionaba. Pero era imposible, la comparación de fuerzas era abrumadora. -Ni creas que te dejaré ir. Mira que te metes en mi casa y por lo que veo querías robar. Aunque... -se alejó un poco y miró al rubio de arriba abajo. -Creo que podemos llegar a un trato...- el olor del Omega lo estaba haciendo perder la cordura. Felix sintió terror y con la poca fuerza que tenía le dio una fuerte patada en la entrepierna al castaño logrando que este aflojara el agarre. -Maldito... -no pudo terminar ya que cuando alzó la mirada el rubio estaba a punto de saltar por la ventana. -Te encontraré otra vez... -sentenció y Felix tembló, pero no se detuvo de saltar.

Afuera de la habitación Lisa estaba tapándose la boca de la sorpresa.

- Oh mi niño ¿qué has hecho...? Él pudo sentir tu aroma. -rápidamente se alejó de la habitación y sacó su celular. -Hola, necesito un favor.

- Lisa, claro dígame- preguntó un hombre al otro lado de la línea.

- Te voy a mandar un mensaje con una dirección y el nombre de una persona para que la vayas a buscar. Y por favor no le digas nada a Chan, ni a nadie.

- Claro no se preocupe, no le diré nada al vampiro.

- Gracias. -colgó y rápidamente mando el mensaje, justo a tiempo antes de que su hijo bajara por las escaleras. –Chan, ¿qué pasó?

- Un mocoso ladrón se metió a robar. -sacó también su celular. – Changbin, te necesito en mi casa ya, trae al loco y a Hoseok, acá les explico. -colgó sin esperar respuesta. -Ese Omega no se va a escapar tan fácil.