Capítulo 16
—Alice.
Me removí incómoda, y no abrí los ojos. Solo me acomode mejor donde sea que estaba, pero parecía una colchoneta por lo cómodo que se sentía. De nuevo, en un susurro, escuché mi nombre, y con molestia abrí uno de mis ojos. Owen estaba frente a mí.
Rodé los ojos con fastidio y lo escuché reír. Cosa que me cabreó muchísimo más. Qué manía tenía la gente con despertarme. Cerré los ojos de nuevo, con la ilusa idea de que el chico frente a mí me dejaría dormir otro poco, pero realmente las personas no eran tan buenas, así que, en segundos, sentí su mano moverme de nuevo por el rostro.
— ¿Qué? —solté molesta aún con los ojos cerrados. De nuevo, y como si le pareciese muy divertida la situación lo escuché reír.
—Son las cuatro de la tarde, te quedaste dormida en plena película, —me avisó, abrí un ojo y eche un rápido vistazo a mi alrededor, en efecto, seguía sobre el sofá en el que me había sentado luego de haberle soltado a Owen la mierda sobre la causa, y quizá, que me haya dormido en plena película demostraba lo mala que era. O mejor dicho, lo aburrida.
Adela tenía un pésimo gusto para elegir películas, eso era obvio, pero que su novio haya dejado que todos nosotros nos sentáramos en plena sala a ver la mierda de: El Stand de los besos. Era una cosa increíble. Es decir, era la misma mierda de siempre. Mejores amigos, celos, hermano de mejor amigo, amor, noviazgo imposible y tóxico. Chico malo y agresivo.
Aparte, el protagonista se me hacía de todo menos un chico malo con esa pinta de niño rico que se gastaba. No me mal entiendan, respetaba el gusto de cada quien, y entendía que habían personas a las que sí le gustaba, como mi mejor amiga por ejemplo. Pero a mí no, y cuando una cosa no me gustaba era imposible que me lo tragara.
Las tres personas junto a Adela en la sala pensábamos lo mismo: era una mierda. Nunca pensé que estaría de acuerdo con algunas caras de Rice, en una ocasión por el rabillo del ojo vi que arrugó las cejas con desagrado y hastío, Owen chasqueaba la lengua y le prestaba más atención al celular que a la película, y yo, como era obvio me había quedado dormida del aburrimiento.
La única feliz era Adela.
—No llames a esa mierda película, —le advertí, Owen rio, —dime que ya se acabó la tortura.
Esta vez abrí el otro ojo, y de nuevo eche un vistazo a mí alrededor, estábamos solos en la sala y mentalmente me pregunté dónde estaban los demás, Owen pareció leer mi mente porque, sentándose a mi lado, dejándome espacio personal me dijo:
—Adela insistió en que debíamos ir a la feria esta tarde, —me informó, —Rice trató de persuadir para que no, pero nadie le pudo sacar la idea de la cabeza, me obligó literalmente a despertarte.
Sí, eso definitivamente sonaba como Adela. Solté un bostezo al mismo tiempo que me acomodaba en el sillón y estrujaba mis ojos.
— ¿Y dónde está? —quise saber. Owen suspiró, y se pasó la mano por la cara. Por lo visto, la tarde viendo la película esa solo no me había pasado factura a mí. Owen se veía igual de aburrido que yo, y de repente me sentí algo culpable por mantenerlo aquí, cuando evidentemente podía estarlo pasando bomba con sus amigos, aunque realmente yo no lo había obligado a venir, tampoco a quedarse, Owen estaba allí porque quería.
—Arriba, se está arreglando. Rice está con ella.
De nuevo, solté un bostezo y quise echarme a dormir de nuevo, pero realmente quedarme en la casa, mientras que todos estaban fuera no era lo que quería. Posiblemente nos encontráramos con todo el curso en la feria. Era domingo, y un domingo nadie quería quedarse en casa, por lo que se buscaba cualquier excusa para salir, la de aquel día: la feria anual.
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Impulsos ©️✔️
Novela JuvenilImpulsivos #1. [Completa] Jason Rosarte se veía como el prototipo perfecto de chico misterioso y desinteresado. Ese que enganchaba a la primera, y aun cuando habían miles de razones para que no, a Alice Grace le gustaba. Le gustaba muchísimo. Jaso...