🍃Rutina🍃

🍃Capitulo 1🍃

.Indra: 34 años.
.Asura: 33 años.
.Minato y Fugaku: 29 años.
.Kakuzu: 26 años.
.Madara y Hashirama: 25 años.
.Tobirama: 24 años.
.Izuna y Shisui: 22 años.
.Kisame: 20 años.
.Itachi: 19 años.
.Konan, Yahiko y Nagato: 18 años.
.Kakashi, Óbito, Deidara, Sasori, Hidan, Zetsu, Rin, Gai, Anko, Asuma, Kurenai y Tenzō: entre 16 y 17 años xd.
.Sasuke y Naruto: 12.

Esta es la edad que tienen los personajes en esta historia. Intente apegarme lo más posible a las edades del anime. Pero creo que así quedó bien porque así es más conveniente para la historia.

Un chico de hermoso cabello plateado, ojos grises y un cubrebocas, caminaba por las transitadas calles de Tokio para al fin poder llegar a su casa después de un arduo día de escuela y trabajo.

— ¡Agh! — se quejo el peli-plata al ser pisado y empujado por las personas que caminaban a dirección opuesta a la suya.

Cuando por fin llegó al metro se subió rápidamente a este y se sentó soltando un pesado suspiró.

— «Maldita ciudad de mierda, maldita gente de mierda, escuela de mierda.. acá todo es de mierda» — piensa el Hatake maldiciendo su vida entera.

Mientras tanto un azabache de ojos oscuros entro a duras penas al metro. Camino un poco por entre la gente y se sentó soltando un suspiro. Sintió como el tren se empezó a mover y sonrió.

Miro al frente encontrándose con un chico, como de su edad, con el pelo plata y un cubrebocas que tapa gran parte de su rostro. El Uchiha miro un poco curioso al peli-plata que asta ese momento se mantenía cabizbajo.

El azabache miro a su alrededor intentando encontrar algo con que llamar la atención del otro chico. Al no encontrar nada frunció el ceño, quería que aquel niño lo mirara, quería que le prestará atención. Miro nuevamente al chico y se sorprendió mucho el ver qué este lo miraba.

Ambos se quedaron viendo por un largo rato, para ellos el tiempo se había detenido y ya nada ni nadie existía.

El Uchiha al poder ver un poco mejor el rostro del peli-plata lo empezó a examinar. Miro su pelo, jamás había visto ah alguien con el pelo igual; bajo su mirada encontrando la mirada del peli-plata, poniendo a los dos sumamente nervioso. El Uchiha se mantenio firme y siguió ''examinando'' al otro. Sonrió al ver la piel del otro chico, su piel es como la porcelana, es como si tuvieras miedo de que algo malo le pasará a esa hermosa piel pálida que combinaba a la perfección con el leve rubor que estaba en sus mejillas que a duras penas se notaba por el cubrebocas. Cuando la mirada del Uchiha llegó al cubrebocas del Hatake frunció el seño, ah simple vista ese niño ya era hermoso, entonces porque ocultar lo que tiene bajo aquella cosa, no podía ser feo, simplemente es algo que el Uchiha no aceptaba. Después de su dilema mental posó su mirada en el cuerpo del chico, tiene bien cuerpo, la tenía que admitir.

El Hatake solo miraba nervioso al azabache, en cuanto este se puso a ''examinarlo" su cuerpo empezó a temblar, simplemente no le gustaba que alguien lo mirara de esa forma, desvío la mirada con las mejillas sonrojadas, no podía creer lo que estaba haciendo.. el ya estubiera gritándole al otro chico, reclamándole porque le miraba, pero cuando sus miradas se encontraron simplemente se paralizó, no podía con aquella mirada tan intensa, no soportaba esa oscura mirada sobre el.
Volvío a mirar al azabache que no lo dejaba de mirar.

Cuando sus miradas su volvieron a cruzar el azabache sonrie satisfecho y el peli-plata frunció el seño. Abrió la boca para reclamarle al otro de porque lo miraba tanto, pero justo en ese momento el tren paro y se dió cuento que se tenía que bajar. Rápidamente se levantó de su asiento y camino hacia la puerta del tren, pero antes de salir le lanzo una última mirada al azabache, pero cualquier mirada, si no una mirada juguetona. Después de eso salió corriendo de hay mientras se reía de lo que acababa de hacer.

El Uchiha se quedó con la mirada perdida. Jamás se espero aquella última mirada del peli-plata, pero apesar de eso sonrió. Cuando el tren llegó al fin al destino del Uchiha, este se bajó y camino asta su casa, cuando llegó inmediatamente subió a su cuarto y se acostó feliz de la vida. La verdad, jamás avía querido ir en metro, ya que siempre había mucho gente, pero no sé arrepentía.. y tampoco le importaba cambiar un poco su rutina, solo si en esa está el chico de cabellos plateados.
Al poco tiempo el Uchiha se durmió abrazando fuerte su almohada.

—🍃🍃🍃—

El Hatake se encontraba otra vez caminando a duras penas entre las personas. Cuando por fin llegó al metro se metió al tren y se sentó al mismo lugar que el día anterior. Suspiro, era muy agotador el tener que estar caminado de un lado al otro.

Derrepente el peli-plata sintió una mirada sobre el eh inmediatamente miro al frente encontrandoce con aquellos ojos oscuros.

Sonrió bajo su cubrebocas y miro con cierta felicidad al chico azabache y este lo miraba de igual forma.

Estaban feliz por su nueva rutina.