ながれぼし ≪ uzuzen ≫

ながれぼし

ながれぼし: estrella fugaz
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La arena bajo sus pies era fresca, se colaba entre sus dedos y le transmitía paz. Calor.

El cielo estaba despejado y, a lo lejos, podía ver una bandada de aves yendo hacia el oeste. Por un momento, quiso seguirlas.

Las pequeñas olas que se formaban, golpeaban con fuerza contra las grandes rocas que sobresalían mar adentro y, sobre ellas, había un chico.

Zenitsu lo recordaba perfectamente.

Justo como ese día, en esa misma playa, hace ocho años, por más estúpido e infantil que sonara, había encontrando el amor.

En esa playa vacía, en donde los únicos testigos de lo que sea que fuera a pasar, eran ellos dos, y el mar.

Recuerda la forma en la que sus respiraciones se mezclaban, tan similares y, a la vez, tan dolorosamente diferentes.

La manera en la que sus dedos recorrían con delicadeza su rostro, cuello y manos.

Aún lo recuerda, y el tacto no se ha ido; aveces, por las noches, sentía que nuevamente estaba ahí, sobre esa fría, dura roca, y que sus labios tocaban suavemente su frente, sus manos, sus ojos y nariz.

Recuerda haber perdido la noción de quién era quién, haberse preguntado si es que los dedos que recorrían sus brazos eran suyos, o de él. Pero no le había importado, nada de eso había importado.

Esa tarde, pasaron tantas cosas, y a la vez nada.

Su encuentro fue fugaz.

Su sentimiento fue fugaz.

Ni siquiera recordaba haberse acercado a él, haberle dirigido la palabra o quién había tocado primero a quién. Pero Zenitsu no quería detalles, ni explicaciones. Ni lo quiso en ese momento, ni lo quería ahora.

Sólo se dejó llevar, tal y como lo dijo aquel chico de unos hermosos, hipnotizantes ojos rojos.

Ambos eran adolescentes estúpidos, faltos de experiencia, y aún así intentando tantas cosas nuevas. El pensamiento le sacó una sonrisa.

Recuerda que le dijo su nombre. Era corto, le había parecido extrañamente atractivo.

¿Cuál era?

En ese momento, no lo podía recordar y, si era sincero consigo mismo, tampoco quería hacerlo.

Era un recuerdo intacto en su pobre memoria, su primer, tonto, y fugaz amor.

Se preguntaba en dónde estaba él ahora.

¿Estaba bien? ¿Había conocido a otras personas?

¿Se acordaba de él?

No lo sabía, pero, sinceramente, esperaba que lo hiciera.

- ¿Yo también fui...? - la frase quedó en el aire, dirigió su mirada hacia aquella enorme roca.

...tu primer amor?

Sonrió aún más, sacando las manos de los bolsillos y desordenado su cabello. Miró hacia el mar.

- Da igual.

Dió la vuelta, aún sonriendo, volvió a ponerse sus sandalias, desgastadas con los años, y caminó hacia su auto, aparcado justo en donde comenzaba la arena.

A lo lejos, descalzo sobre el mar, un albino de ojos rojos lo observaba con una sonrisa y un recuerdo de aquella playa, ocho años atrás; siendo el lugar en el que encontraría a su primer, fugaz amor.

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No sé, me puse soft, ah.

¿Qué hacia Uzui ahí?

No tengo idea✌︎.

@baddim