Irónico.

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La ciudad estaba destruida y reducida a polvo y escombros, las sirenas de las ambulancias, bomberos, policías, los lamentos y llantos de las víctimas y los gritos de los héroes que intentaban rescatar a la gente perdida entre los edificios derrumb...

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La ciudad estaba destruida y reducida a polvo y escombros, las sirenas de las ambulancias, bomberos, policías, los lamentos y llantos de las víctimas y los gritos de los héroes que intentaban rescatar a la gente perdida entre los edificios derrumbados poco a poco iban dejandolo sordo, y llegó a un punto en el que ya no escuchaba nada más que un profundo y largo pitido en sus oídos. Su tranquilo pero maltratado cuerpo permanecía de pie en medio del caos.

Levantó sus ojos rubíes hacia el hermoso y azul cielo adornada por unas cuantas nubes y aves volando por él, era hermoso, ¿Pero por qué? No debía ser así, por primera vez en su vida, deseó que el cielo estuviera gris y nublado reflejando dolor por la perdida, que demostrará que incluso al cielo le dolía el hecho de que se fuera de este mundo, pero no, estaba azul vivo, el cielo estaba feliz, y eso le molestaba.

Poco a poco su ceño se fue frunciendo, sus cejas se unían en enojo, y sus ojos reflejaban al cielo con rabia, pero también con decepción y confusión. Sus ojos comenzaron a inundarse de lágrimas, su boca se torció en desagrado, molestia y desesperación.

— Maldita zorra.– insulto Bakugou al cielo.– ¿Por qué estás feliz maldita? ¡¿Eh?! ¡¿POR QUE ESTAS FELIZ?! ¡MALDITASEAAAA!.

Con desesperación grito a todo pulmón, tomo partes de su ya destrozado traje y comenzó a azotarlas contra el suelo y golpearlas con brutalidad, y como capricho, comenzó a explotarlas. Sin fuerzas por la resiente batalla cayó de rodillas al suelo, recargando sus brazos en este, su respiración era agitada y sus ojos se abrieron con dolor hacia el suelo, mirando como las gotas de sus lágrimas caían y se estampaban en el suelo mojandolo.

— ¿Por qué no te duele perra?.– volvió a reclamar en un susurró al suelo.— ¿P-por qué tú… tú no… ¡¿Por qué tú no sientes el mismo dolor que yo?! ¡AHHHHHH!.– volvió a gritar con todo lo que tenía, al punto en que su garganta ardió y ya no pudo gritar y ya arto y desesperado por cómo le estaba tratando la vida no encontró otra cosa que hacer más que comenzar a reír.

Su cara lloraba y reflejaba un dolor inmenso, pero estaba riendo a carcajadas, unas carcajadas llenas de odió y arrepentimiento, cargadas de dolor que estaba clavando en su corazón como una astilla, el asco a sí mismo de todos los días lo bofeteo con más intensidad que otras veces. Paro sus risas y por un pequeño instante dió su más lamentable cara, y luego sonrió con ironía, se estaba volviendo loco, pero es que…

Era irónico.

Cuando él más ganas tenía de morir, nunca murió. Y cuando más ganas tenía de vivir, murió.

¿Qué clase de juego era este? ¿Qué le quería dar a entender la vida con esto? ¿Qué mensaje debía resivir? No entendía por qué las cosas sucedían así, o por qué la vida traía calamidades como está, ¿Se lo merecía? Tal vez sí, ¿Acaso está era la verdadera consecuencia de sus actos? ¿Que culpa tenía él?. El pecho le apretaba con fuerza, tanto que le dolía, llevo su mano al pecho y presiono más contra este mientras pegaba su frente al roto suelo y apretaba la cara con fuerza del dolor.

IRÓNICO [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora