¿Se saben el refrán de de tal palo tal astilla cierto? Bien, téngalo muy presente porque en ésta historia la bendita descendencia de Abi Miller y Max Stone han venido a arrasar con todo lo que se les presente.
Ellas, Winter Stone y Summer Stone, est...
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Winter
—Voy a morirme.—digo sentada en un extremo de la cama mientras Bruno sigue en el extremo de la otra en calzoncillos.
Me mira confuso y agotado, llevamos una maldita hora aquí.
¿Es que a nadie le entran ganas de follar o qué?
—Y te culparán de asesinato.—sonrío.—y yo me reiré como la fantasma Winter que seré.
—Se nota que empieza a faltar el oxígeno.—Bruno rueda los ojos y se recuesta con ambas manos en su cara.
—Si esta la ventana abierta.—le digo obvia haciendo el mismo gesto que él.
Y ahora lo tengo frente a frente de mí.
—Decía en tu cerebro.—tiene los ojos cerrados.
—¿Acaso la única neurona que tienes lo único que te ha permitido pensar ha sido eso?—levanto ambas cejas asombrada.—míratelo.—le aconsejo.
—Hazme un favor, cállate y mañana por la mañana cuando la mucama de Omar revise todo, nos abrirá y nos iremos.—dice en un tono bajo, imagino que por el cansancio.
—Oye.—él abre un párpado quejándose.—¿y qué pasa con la salida secreta que nos hemos montado la mayoría de los del internado?—cuestiono.
—Los fines de semana la directora se marcha a no sé dónde y se queda Danna, que nos deja salir mientras estemos el domingo a las ocho todos allí.—vuelve a cerrar su párpado.
—Eso no es propio de tía Harper.—me acerco más a él y poso mi cabeza en mi mano que se encuentra apoyada en la cama.
—¿No piensas callarte?—cuestiona y esta vez si abre sus párpados y me mira a los ojos.
—No es mi estilo.—sonrío.
—Genial, además de encerrado contigo, aguantándote.—comenta irónico y rompe la conexión de la mirada para mirar el techo.
—Cómo si aguantarte a ti no fuera un reto.—hago el mismo gesto ofendida y bufando.
—Ojalá no hubieses visto nada.—susurra y mientras maldice agarra su pelo de manera fuerte y desesperada.
—Ojalá no me hubiese estado meando.—me encojo de hombro.
-0-
Brenda
Hemos perdido a Colton. Después de verlo bebiendo un vaso enterito de alcohol y adentrándose en la multitud de gente bailando ya no lo vimos más.
—Voy a hacerlo con Chad.—me grita Charlie a mi oído y yo la miro incrédula.
—¿¡Estás mal de la cabeza o qué!?—le riño.—¡Te está usando Charlie!—la agito para que reaccione.
—¡Chad me quiere!—se zafa de mis manos defendiéndose.
