Hanahaki: es una enfermedad nacida de un amor uniteral (o no correspondido), donde el paciente lanza y tose pétalos de flores cuando sufren un amor no correspondido.
La infección puede ser removida o eliminada a través de una cirugía donde se deshacen de la flor desde la raíz llevándose consigo los sentimientos para siempre.
O en algunos casos se puede curar sin efectos secundarios sólo cuando los sentimientos comienzan a ser mutuos.
~ahora con el concepto hanahaki aclarado, comencemos~
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Su mundo se desmoronó en ese instante... Ver como la persona que amabas estaba en brazos de otro era frustrante, la sonrisa que estaba en su rostro desapareció en cuestión de segundos, sus ojos se llenaron de lágrimas al ver como Aiga se besaba con Fubuki cariñosamente era algo que le hacía sentir un vacío en su interior, Valt Aoi nunca espero llorar algún día por amor, solo se dio la vuelta y se fue corriendo de ese lugar lo más rápido posible
Mientras corría se encontró con muchos conocidos que intentaron detenerle queriendo saber la razón de su llanto pero Valt sólo los ignoro y siguió con su camino, corría lo más rápido que sus piernas le permitían y llegó de golpe a su departamento, entró y cerró la puerta con llave, al verse completamente solo, se rompió
—¿porque?...— preguntó entre susurro cayendo de rodillas, los sollozos llenaron todo el apartamento, agradecía que nadie escuchara su llanto, sólo se hizo bolita y quedó solo en su sufrir
Seguía sollozando y llorando hasta que sintió una extraña sensación en su pecho, un dolor insoportable seguido por una tos seca, el joven se levantó sin dejar de toser de una manera muy ruidosa, comenzó a sentir como su garganta ardía y le faltaba el aire, las inmensas ganas de vomita le hicieron entrar al baño
Cayó de rodillas ante el retrete sin dejar de soltar esa tos seca, arcada tras arcada pero no salía nada, pronto la boca le supo a sangre, comenzó a llorar de la desesperación, tenía miedo, nunca en su vida había pasado por eso
Libertad, eso sintió al ver como la tos se iba y el aire volvía, abrió sus ojos solo para ver con gran sorpresa como la taza estaba llena de pétalos de flores de cerezo y sangre
—¿que...? ¿Flores de... Cerezo?— no podía estar más confundido, escucho como alguien tocaba la puerta, bajo la palanca y se lavo el rostro, luego de eso salió del baño e intento forzar una sonrisa, al abrir la puerta se encontró con un chico de cabellos blancos y ojos rojos —oh... Shu, que sorpresa verte por estos lados— seguía fingiendo una sonrisa e ignorando el fuerte ardor de garganta, invitó a su amigo entrar —¿que ocurre?
