Capítulo 7

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Miedo y Coraje

El miedo y el coraje son gajes del oficio

Pero si se descuidan los derrota el olvido

El miedo se detiene a un palmo del abismo

Y el coraje no sabe qué hacer con el peligro

El miedo no se atreve a atravesar el río

Y el coraje rechaza el mar del infinito

No obstante hay ocasiones que se abren de improviso

Y allí miedo y coraje

Son franjas de lo mismo.

-Mario Benedetti

Desde que empecé a patinar, cada momento de mi vida dentro de la pista o fuera de ella, me identificaba con este poema. En resumidas cuentas, dentro de mi fluía miedo pero también coraje, hubo ocasiones en que uno de ellos me paralizaba mientras que en otras me aventuraba y arriesgaba gracias al otro. Así, cuando ambos coincidían algo nuevo se activaba en mi mente y mi cuerpo, me sentía amenazada pero valiente, asustada pero esperanzada, aturdida pero audaz, como si estuviera muriendo pero a su vez... este fuese el último paso para renacer, por supuesto de la manera más bella.

Un ejemplo claro de todo esto fue mi participación en la competencia organizada por la academia, acabé experimentando todo tipo de emociones y sentimientos por ende al final al enterarme de que gané la beca mi corazón colapsó por completo o eso fue lo que dijo el médico según mi familia. Al parecer fue mucho para un día y por eso terminé colapsando frente a Trice pero tranquilos estoy perfectamente bien después de una semana de descanso sin dietas estrictas y estiramientos infernales. Creí que estaría ocupada con los papeles para el viaje y todo eso pero resulta que la academia se encarga de todo eso, ellos están a cargo del papeleo, del boleto de avión, mi recibimiento y todo eso, me sorprende lo bueno que son en todo esto. Tuve un par de reuniones con los agentes de Stigma y me explicaron cómo funcionaría todo. La academia cubriría todos mis gastos: residencia, alimentación, transporte, etc.; por 3 años, durante los cuales yo estaría practicando bajo la tutela de la misma, además según el contrato debo acceder a participar en cualquier competencia a la que mi entrenador(a) me asigne. Pero por sobre todo habían 2 obligaciones que el becario debía cumplir para con la academia, la primera es que por cada competencia (nacional o internacional) ganada u obtención del segundo o tercer lugar, a la academia le correspondería el cinco por ciento del premio económico y la segunda obligación es que el becario está obligado a participar en todas las competencias necesarias para llegar al Grand Prix Final, la más grande e importante de todas las competencias de patinaje sobre hielo. La sola idea de participar en ella me congelaba.

Después de la última reunión y ya con la fecha de mi partida cada vez más cerca, y entonces una noche mi mamá entró a mi habitación a hablar conmigo

Creí que estarías más emocionada­­

Lo estoy mamá

Tu rostro no luce bien...

Eso es porque estoy pensando en muchas cosas, todo esto me tiene ansiosa, ya sabes creí iría allá a aprender y todo eso pero... resulta que me mantendré activa en diferentes competencias y... mencionaron una competencia súper importante en la que... no sé no es que me menosprecie pero no estoy a la altura, ¿me entiendes?

Mi madre se sentó a un lado de la cama y me miró, me observó por unos segundos hasta que empecé a sonreír porque ella me miraba fijamente y se sentía extraño. Coloqué mi cabeza sobre su regazo y mis pies sobre la fría pared blanca, ella empezó a tomar tiritas de mi cabello y luego me hizo una pregunta

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