Entró a su apartamento, aquel lugar donde había estado ya viviendo por casi dos años y seguiría allí hasta que se graduara de la universidad.
Caminó casi arrastrando sus pies, sintiendo sus piernas pesadas, y con la cabeza a gacha, tirando las llaves en el sillón. Eran las 8 de la noche y el apetito que generalmente tenía a esa hora aún no aparecía. En ese instante no le importaba comer, no sentía ya la necesidad de hacerlo, estaba devastado, solo.
Se sentía consumido en una especie de trance que le dejaba suspendido en el tiempo. No había nada más para hacer.
En toda su vida había sido utilizado y pisoteado, por momentos tanto que sentía que ya no le afectaba.
No tenía valor alguno, así había sido desde que tenía memoria.
Suspiró cansado, dirigiéndose al pasillo que dos puertas contenía. Una daba a su habitación, y la que estaba al frente daba paso a otra, a la de su compañero.
Jungkook sabía que podría haber sido un poco menos egoísta y dirigirse a su propia habitación, llorar del vacío que sentía en su interior hasta simplemente quedar dormido, pero ciertamente su estado le traía tan mal que necesitaba arrancarse esa sensación patéticamente deprimente que le arrullaba en esos momentos. A pesar que sabía que era como cavar su propia tumba.
Prendió un cigarrillo y entró a la habitación que no le pertenecía.
El olor dulce y masculino del lugar le inundó las fosas nasales, sintiendo un cosquilleo en su interior, una ansiedad que revoloteaba en su estómago y se colaba por debajo de su piel.
Dejó que el humo del cigarrillo saliera de su boca y se disipara en aquel lugar.
Lleno de frustración se rascó la nuca, fumó un par de pitadas más y tiró la colilla al suelo, sin darle importancia a que ésta había quemado algo la alfombra del piso bajo sus pies.
Se desvistió por completo, quitándose la ropa que estaba mojada. Había estado lloviendo afuera y no había salido con paraguas. Se quedó sólo con sus boxers puestos.
No pensó ni un segundo más antes de tirarse en aquella amplia cama, dejándose hundir en el colchón y removiéndose entre las suaves sábanas. Ese olor le recorría cada célula del cuerpo, haciéndole sentir calidez y nerviosismo a la vez.
Miró al techo y con su mano izquierda llevó parte de las sábanas a su cara, oliéndolas hasta llenar sus pulmones como si del humo de cigarrillo se tratase.
"Jimin..." susurró a penas audible. Su otra mano fue a su entrepierna, acariciando con fuerza su miembro, tocándose por encima de su ropa interior.
No, no quería ser egoísta, pero no podía con su genio, porque Jungkook ya no sabía qué le hacía sentir peor, si era el odio o la culpa, si quería castigarse por aquello o castigar a quien le tenía tan mal. Jungkook tomaba malas decisiones más de lo que hubiera querido, y la peor sabía que era haber dejado a alguien que lo quería para terminar sufriendo por alguien que no lo hacía.
Su noche estaba siendo terrible y no tenía vuelta atrás, y era egoísta por pensar en querer arruinar la noche de Jimin también, pero estaba roto y no podía repararse por sí solo. Estaba impaciente, quería que Jimin le rescatase, que él le diera parte de su atención y quizás así no se sentiría tan miserablemente abandonado aunque todo era un círculo vicioso sin fin.
Dejó de realizar el trabajo que poco entusiasmado había emprendido en su entrepierna para tomar su celular y marcar el número que le sacaría de sus aprietos y su situación lamentable.
Jimin atendió.
- ¿Jungkook...? – preguntó al contestar - ¿Sucede algo? – Al escuchar su voz Jungkook llevó su mano libre automáticamente a su parte baja nuevamente y con sus ojos cerrados suspiró antes de hablar.
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•TEAR ~ O.S [JIKOOK]•
Fanfiction"Sí, lamería todas sus heridas esperando borrar todo lo que aquellas personas le habían hecho, pero algo que Jimin ignoraba completamente por mera inocencia o inconsciencia, era el hecho de que, en realidad, todo ese tiempo había estado lamiendo las...