Mientras que Emma y Zayn disfrutan de su adolescencia al máximo una sorpresa en sus vidas decidirá el destino de su amistad, pero cuando todo vuelva a la normalidad ¿Sus vidas volverán a ser las mismas de antes?
Una oleada de peleas, conflictos, nue...
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Centro comercial
-¿Zayn qué quieres para navidad?- pregunto.
-¡Sorprendeme!- contesta él.
-Bien.
-¿Y tu Emm?- me pregunta.
-¡Sorprendeme!
Justo pasamos por mi tienda favorita -¡No puede ser! Mira esas remeras, quiero una- exclamo demasiado fuerte, mientras señalo las remeras y todo el mundo se gira a verme, avergonzada me calmo y seguimos caminando.
Todavía no sabía que comprarle a Zayn. Él siempre me hace hermosos regalos pero yo no soy muy buena con eso.
De pronto se enciende la lamparita en mi cabeza: aerosoles. Le regalaré aerosoles de colores, él es muy bueno haciendo graffitis.
-¿Emma me escuchas?- pregunta él sacudiendo una mano frente a mi cara.
-Lo siento, estaba en la luna- río.
-Ok, ¿dónde nos íbamos a encontrar con nuestros padres?- pregunta mientras mira hacia todos lados.
-No lo sé. Llamaré a papá- digo
-Bueno, espérame aquí, iré al baño- dice el moreno.
Al segundo pitido mi padre contesta.
-¿Dónde están Emm? los estamos buscando- dice mi padre del otro lado. Casi no llego a escucharlo por toda la gente hablando alrededor.
-Estamos frente a los baños. Necesito que distraigas a Zayn para comprarle su regalo- digo en voz baja.
-Bien, voy para allá- dice y termina la llamada.
Cuando Zayn sale del baño mi padre aparece de un costado y lo llama.
-Necesito que vengas para ayudarme a elegir unas camisas que vi.- le dice al moreno y él asiente -Emma, ve con tu madre y Trish- me dice y guiña un ojo cuando Zayn no mira.
Río en silencio por la excusa de mi padre y me encamino a la tienda donde vendían cosas para dibujar y pintar, pero al entrar me entró la duda de qué color comprar.
-Mm, Hola- digo acercándome al señor que está detrás del mostrador.
-Hola señorita, ¿qué necesita?- pregunta él.
-Aerosoles.
-Sigame- él me guía hasta un pasillo donde hay tres estantes llenos de aerosoles de todos colores y más de los que pueda imaginarme. -La dejo sola para que elija.- me dice antes de irse.
Al final me decidí por uno azul, uno rojo y uno negro. Me dirijo nuevamente al mostrador, pago los tres aerosoles y salgo en busca de mi madre.
Cuando las veo me acerco a ellas y les pregunto si alguna podía guardar la bolsa con el regalo, mi madre la toma y lo guarda junto a los demás. Le sonrío y salimos en busca de los chicos.
Al verlos los llamamos y ellos se voltean de inmediato.
-¿Listas chicas?- pregunta mi padre.
-Listas.- respondemos las tres al unisono y salimos del lugar.
