Dudas

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El silencio que había caído en la casa era denso y cargado de una tensión que casi podía sentirse echar chispas en el aire, tanto que Mangel tenía la impresión de que si encendía un fosforo todo iba a explotar a su alrededor. Willy debió pensar lo mismo que el, fue el primero en ponerse de pie y acercarse a Vegeta con la clara intención de detener el desastre antes de que empezara.

Una lástima que el de ojos morados no pensara igual.

Antes de que alguno de los presentes pudieran reaccionar Vegeta soltó su espada y se lanzó hacia Willy. El trató de evitarlo pero un golpe bien dado fue todo lo que necesitó para arrojarlo al piso como una muñeca de trapo, golpeándose la cabeza contra el duro suelo. Acto seguido Vegeta se subió sobre él y empezar a golpearlo mientras gritaba cosas incoherentes. Horrorizado Rubius corrió hacia ellos y trató de alejar a Vegeta, y aunque Mangel tenía mucho miedo de intervenir no podía solo quedarse ahí mirando, por lo que tomó valor para irse sobre él y tratar de retener su brazo para que no golpee a Willy otra vez. Sus heridas seguían pesando y estas protestaron ante su esfuerzo, pero él no cedió hasta que le dieron un fuerte cabezazo que le aturdió y le hizo retroceder llevándose las manos a la cara. Rubius gritó pidiendo ayuda mientras rodeaba a Vegeta con los brazos y trataba de ponerle todas las trabas posibles, resistiendo los codazos que le estaba propinando en el estomago en sus intentos por quitárselo de encima. Willy solo estaba ahí tirado, ovillado, tratando de protegerse la cara de los golpes con los brazos y fallando bastante.

-¡Es un jodido pedazo de mierda! ¡Suéltame! ¡El podía habernos ayudado todo este tiempo! ¡Es un desgraciado!-

-¡Cálmate Vegetita, por favor!-

Mangel se levantó del suelo y viendo que Rubius no aguantaría mucho salió a la calle a pedir ayuda. Un grupo de gente estaba reunida cerca, pero cuando estaba por gritarles justo llegó Fargan, quien al oír la situación que se estaba dando dejó caer los helados que estaba trayendo y le siguió al interior. Entre los tres sometieron a Vegeta el tiempo suficiente para que el policía lo esposara y, cuando llegaron mas policías a la escena para ayudarle, se lo llevaran. Lo último que vieron de Vegeta fue a este en medio de su estallido, pateando y gritando, tan furioso que su rostro estaba enrojecido y podía verse como una vena se hinchaba en su frente.

-¿El está bien?-

Una señora estaba arrodillada junto a Willy, que seguía donde le dejaron. Ovillado y shockeado en su lugar.

-Willy...- lo llamó mientras lo sacudía -¡Willy!-

No respondía, ni siquiera les miraba.

-Se golpeó muy feo la cabeza el pobre muchacho-

-Mejor lo llevamos con Merlon-

-¡No te duermas, Willy! ¡Ni se te ocurra!-

Les entendiera o no Mangel y Rubius lo llevaron en dirección, la mujer acompañándoles y tratando de mantenerlo despierto, sin embargo Willy se desmayó a mitad de camino, cosa que les hizo prácticamente correr al llegar a la casa del viejo hombre y tocar la puerta con desesperación. Eran muy conscientes de que ya todos estaban chorreando agua cuando esta se abrió por un Merlon frotándose los ojos.

-¿Qué pasa...? Estaba en mi siesta de la tarde-

-¡Ayúdalo por favor! ¡Se golpeó la cabeza y no responde!-

El llamado de la emergencia le hizo ponerse más alerta, pero no por eso lucia menos cansado. Con un gesto indicó a los tres que metieran a Willy dentro de la casa, haciéndose a un lado para dejarles pasar y seguirles a su ritmo. Rubius y Mangel entraron y depositaron a Willy sobre la cama, agradeciendo a la chica que les ayudo antes de que se fuera deseándole lo mejor al afectado.

Lluvia EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora