Capítulo 1

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Cada quien oculta la realidad que mas detesta".

Me senté de golpe en mi cama con la respiración agitada y con gotas de sudor que caían de mi frente, tomé mi cara entre mis manos mientras me tranquilizaba, pasados los 5 minutos me dirigí al baño a tomar una ducha y lavarme los dientes, me vestí con lo primero que encontré ya que iba tarde, bajé a la cocina y me encontré a la nueva bucama.

-Buen día señorita- Me dijo con cabeza baja.

-¿Dónde están todos?- Dije con indiferencia.

-Sus padres salieron temprano y una señorita recogió a su hermana hace un momento.

No le contesté y me dirigí hacía la cochera.

-Señorita, ¿no va a desayunar?- Dijo con miedo.

-No- La mire con desprecio.

Al dirigirme a mi tortura mas conocida como "escuela de niños pijos y mimados" no me sacaba las imágenes de mi pesadilla, todas las noches era lo mismo sin darme cuenta llegué a la escuela, siempre era lo mismo bajaba y atraía la mirada de todos los riquillos. Llegaron a mi lado Beyda y Jessica se podría decir que son las personas más preciadas que tengo y las mas normales.

-Hola chicas- Dijo con una sonrisa Jessica.

-Holis- Respondió Beyda con una gran sonrisa, está chica siempre para feliz pero hay veces que da miedo.

-Hola- Dije yo sin ánimos.

Beyda solo me miró sabía que era por mis pesadillas, ella es la única persona en mundo que sabe acerca de mis pesadillas.

Durante el camino hacía nuestro salón Jessica no paraba de contarnos lo que sucedió en la fiesta de Rick "el chico más bueno de la escuela" yo no iba a esas fiestas ya que en lo personal no eran de mi gusto. Cuando entramos al salón todos estaban en silencio y me miraban como si fuera un bicho con tres cabezas, se me hizo raro pero cuando miré hacia mi asiento me dí cuenta del motivo, un chico que por lo visto le faltaba un tornillo estaba sentado en mi lugar ese es el peor error que alguien podía cometer, caminé hacía donde se encontraba el chico, él levantó la mirada de su celular y me miró a los ojos.

-¿Qué?- Dijo él con una voz ronca.

-Tienes tres segundos para levantar tu puto trasero de mi silla- Levanté la voz.

-No- Tenía una risa sarcástica. Todos en el salón murmuraban cosas.

-Uno- Dije sería y aguantandome mi ira.

-Dos- Dijo él con una mirada divertida y a la vez retadora.

Esa fue la gota que derramó el vaso.

Te Odio Con Amor |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora