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︑ ˚ ♡⠀ so꯭ᦢkɑꪱ⠀ ⩇⩇ ⠂ ֶָ࣪
⠀⠀⠀⠀ ⟡ Soobin solo quería salir
⠀⠀⠀⠀ con el chico tierno que tiene
⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀mirada de cachorrito.. ᶻᶻ
꒰ ᥲdᥲptᥲti᥆ᥒ ꒱
¡ Todos lo...
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Soobin estiró la rosa blanca hacia el muchacho, su brazo temblaba y tenía sus ojos cerrados. Se encontraba demasiado nervioso; tanto que sentía que podría vomitar su almuerzo en cualquier minuto.
Probablemente ahora Hueningkai lo miraba como si de un loco se tratase, porque llevaba un buen rato -la verdad no- parado ahí, con su brazo estirado, sin decir nada. Pero no podía encontrar las palabras correctas para confesarse, además de que cada vez que lo hacía, algún percance sucedía.
Los segundos pasaban y no recibía más que silencio. Frunció el ceño, pensando que tal vez no lo había escuchado; sintió pánico, creyéndose capaz de no poder volver a pronunciar aquellas palabras.
Dejó caer el brazo a la vez que resoplaba. se dio la vuelta, un poco molesto; vio a lo lejos que Hueningkai era arrastrado por su mejor amigo. ¡Genial! estaba tan absorto en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta cuando Kai se fue.
Soltó un suspiro y se acomodó bien las gafas, preguntándose el por qué de su mala suerte.
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Una sonrisa se formó en los labios de Soobin cuando vio a Hueningkai sentado en el pasto, leyendo algo en su cuaderno. Se encontraba solo y sin ninguno de sus dos fastidiosos amigos a su alrededor, esta era su oportunidad.
Limpió el sudor de sus manos en su pantalón, tomó aire y se dispuso a caminar hacia el menor. Sostenía una pequeña bolsa con galletas dentro, puesto que había descubierto que al menor le gustaban mucho.
-Hola, hyung. -lo saludó. Ladeó un poco la cabeza y Soobin casi soltaba un jadeo por lo tierno que se veía- ¿Qué necesita?
Se achicó en su lugar y apartó la mirada, sintió ese impulso de tirar la toalla y salir corriendo como si su vida dependiese de ello. Abrió la boca, dispuesto a hablar, pero la cerró al instante.
-¿Hyung? ¿Se encuentra bien?
Soobin pudo percibir la preocupación en su voz, cosa que logró ponerlo muchísimo más nervioso de lo que ya estaba. Cerró los ojos por unos segundos, los abrió y posó su mirada en Hueningkai.
