Ella tiene todo lo que yo he deseado siempre: un marido, pero no cualquier marido sino Alex, el chico del que me enamoré nada más conocerlo; tiene una casa, la casa en la que nos criamos y que ella ha heredado; tiene un maestro de magia, el mejor; tiene dinero, infinito... Lo tiene todo, incluso más belleza que yo. Un pelo largo y brillante, una sonrisa más blanca. Tiene más inteligencia y valentía que yo... Ojalá me pareciera a ella, y el caso es que es mi hermana... Gemela... Somos iguales y a la vez distintas, a pesar de tener los mismos ojos, el mismo color de pelo y los mismo labios gruesos. En ella se ven mejor. Tal vez es porque ella es feliz... Siempre fue la consentida de la familia. ¡Dios, si hasta tiene un nombre más bonito! Ella se llama Susan mientras que yo me llamo Giolinikamoa, nadie se aprende mi nombre, las únicas que sabemos pronunciarlo somos mi hermana y yo, pero yo le digo que no me llame así, que me llame Nika para que la gente no se ría cuando se lo pronuncie o no me estén preguntando cada vez por tres: 'Perdona, ¿cómo te llamabas? Es que se me ha olvidado.'
Cogo un cuchillo de la encimera y corto un trozo de bizcocho que ha hecho el prefecto marido de mi hermana Susan.
-Nika- mi hermana me llama con su voz dulce y melodiosa. ¿Por qué es tan perfecta?-. Sabes que te puedes quedar aquí hasta que se desaparezca el olor de basura de tu casa- incluso es una persona amable...
Retiro el cuchillo del bizcocho y lo limpio con un paño.
''¿Y si...? ¡No! No voy hacer eso... ¿Cómo puedo siquiera pensarlo? ¡Es mi hermana! Pero... Si lo hago yo podría... ¡No, Nika, no!'' Demasiado tarde. El cuchillo ya está manchado y mi hermana está desplomada en el suelo. Desangrandose.
Sus últimas palabras son:
¿Por qué?- En su mirada veo la tristeza que le inunda y, por una vez, le encuentro el parecido que tiene conmigo.
-Porque deseo ser como tú y, si tú ya existes, ¿Cómo seré tú?- le respondo cuando su corazón ya deja de bombear sangre.
Abro el grifo de agua y limpio el cuchillo. No puedo dejar pruebas. Le desprendo de la ropa y le coloco mi pijama nada sexy, le revuelvo los pelos y le quito con quitasmaltes el color blanco de sus uñas y se las pinto de azul claro. La llevo al bosque de al lado de su casa y la dejo tirada.
Limpio todos los restos de sangre de pueden quedar en la cocina y quemo mi ropa y su ropa que se hayan manchado de sangre. Me quito con quitasmaltes mi uñas azules y me las pinto de blanco. Me doy una ducha fría como ella siemprehace y me pongo su albornoz gris. Me peino el pelo, me lo recojo en una coleta mal hecha com siempre ella hace cuando está en su casa y me como el bizcocho que ya había cortado.
Me dirigo a su cuarto siempre muy ordenado y limpio y me miro al espejo del armario.
-Me parezco a ella- me digo sonriente-. Mejor dicho: SOY ELLA.
-Amor, ya estoy en casa- responde Alex desde la entrada.
Sonrio al espejo.
-Enseguida voy cariño- respondo con la voz dulce de mi hermana... Quiero decir: CON MI VOZ DULCE DE SIEMPRE.
Recorro el pasillo de MI CASA hasta el final donde está el recibidor, MI MARIDO está allí.
-¿Qué tal el trabajo, cariño?- Pregunto dandole un beso.
Se queda callado un rato... ¿habrá notado que yo no soy yo? Mo corazón empieza a latir con fuerza hasta que el sonríe con amor.
-Como siempre- responde colgando su chaqueta en el perchero- , el bueno de Roy nos ha invitado a cenar mañana a su casa. Deberíamos presentarle a tu hermana, ¿no crees?
-Harían buena pareja- miento sonriente.
-En eso he pensado yo- sonríe con su sonrisa brillante y espléndida-. Por cierto, ¿dónde está Nika?
-No sé- miento sin mirarle a los ojos-. Creo que ha ido a dar una vuelta por el bosque. ¡Ah! Y me ha dicho que tu bizcocho está mejor que nunca.
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Actuando en la vida
RandomElla tiene todo lo que yo he deseado siempre: un marido, pero no cualquier marido sino Alex, el chico del que me enamoré nada más conocerlo; tiene una casa, la casa en la que nos criamos y que ella ha heredado; tiene un maestro de magia, el mejor;...