Memorias De Un Hijo Pródigo.

El Pacto.

Oigo un fragmento de lo que sucedio, vago en mi mente. Recuerdo como eran aquellos tiempos en los que en mi juventud aborrecia el camino y me deleitaba en cosas absurdas.

El tiempo, se ha olvidado del pacto acordado.  Cruel es ante los demás mi perspectiva y mis actos son despiadados para los que solo juzgan. No miran con sus ojos, ni oyen con sus oídos,  solo creen convenientemente su necedad.  Ahora el pacto, hoy mi "descuido" es el que me atormenta,  ¿llegará el día en el que tu gloria se posara sobre mi otra vez? ¿Hallare gracia ante ti? El pacto, mi condena, cruel recompensa.  No hablaré mucho de él, no hasta que tu gloria llene mi visera hueca que bombea mi sangre.   Me he apartado del camino, y de ti, incluso pareciera que no me importan.  La verdad, nunca los olvidé, solo que soy débil  y cobarde.  Esto es repugnante.

Repugnante es mi camino y mis actos vinieron a ser mal vistos por los que viven en el pasado, triste.  No los condeno, pero tampoco siento lástima por ellos, era de esperarse que todos y todo vengan a ser conscientes de lo miserable que la vida puede ser y de lo absurda que es la existencia,¿que digo? La verdad es torcida como mi mente, todo aquí es perversidad y locura. Y la felicidad no es más que una bebida amarga que todos se acostumbraron a beber y a luchar por obtenerla, solo porque se les fue dicho que ella era la respuesta y el  de la vida. A todo esto, mis palabras son inicuas si tus oídos no son dignos de escucharlas, porque la verdad es torcida en este mi mundo, en esta mi realidad. No espero que entiendas, porque eres feliz sabiendo, creyendo y sufrir es tu temor.  No sabes que el dolor y sufrimiento nos lleva más a lo divino y nos muestra la verdadera felicidad y el verdadero significado de nuestra existencia.
He faltado a mi memoria y a mis palabras olvidé, perdí mi tiempo y aquello que atesoraba indiferentemente, justo.

Es tiempo de volver y recuperar la tierra, antes que el ocaso me alcance y sea uno más con la oscuridad. He aquí que vivo y he vuelto, no como alguien que viendo esperanza levanta su ánimo, si no como aquel cuya vida fue arruinada por el que una vez fue luz, y que todo le vino a mal por causa de su propósito, así mi alma ha sido tocada por una fuerza cuyo propósito es divino y es tiempo que ande en mi calvario para poder volver a ver mi cielo nuevo y la tierra más fértil que lo que fue en aquel día. La verdad vino a mi y me ha mostrado el sendero, el valle y el desierto. Un propósito, una recompensa a la cual vale la pena llegar y morir a causa de ella.  Para que se cumplan las palabras exaladas por el amor: "Bienaventurado aquel..."
Aunque por otro lado más objetivo, temo por aquello que murió, ya que el pecado es sensible a la vida cuando su deleite se ve comprometido y para ello vuelve sus energías con un propósito perverso e inicuo. Abre oh Israel las ventanas de tu templo y escucha las trompetas sonar. Canta con jubilo y danza porque ha llegado el tiempo que fue anticipado y exaltado por aquellos que perseguiste y busca la luz del dia antes que la noche entorpezca tus pasos. Toma consejo de la vejez y limpia las plantas y el calzado de la sabiduría para que ella te llame hijo amado.