Q U I N C E (1 / 2)

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Puede que sea un ingenuo, puede que esté ciego,
pensando que puedo ver a través de esto,
y ver lo que hay detrás.
No tengo manera de demostrarlo,
así que tal vez esté ciego.
Pero solo soy humano. (...)

Débiles rayos de sol se colaban por la cortina color crema, abriéndose paso hasta llegar al rostro de Samuel, quién eventualmente se cubre con el brazo debido a lo molesta que esa sensación podía llegar a ser. Relame sus labios, humedeciéndolos debido a lo secos que estaban y abre los ojos, soltando un suspiro antes de bostezar.

Sin embargo, algo lo hace salir de la tranquila mañana que estaba viviendo. Ruido, mucho ruido de coches. Algo inquieto, se levanta para poder observar desde la ventana y su boca se abre en una perfecta o, dejando en evidencia lo sorprendido que estaba.

¿Ese es...? Mierda, Paul está vivo.

Gracias al cielo se había quedado dormido sobre la cama y estaba con ropa, así que se limita a correr en busca de un arma. No había que ser un genio para saber que lo estaban buscando a él. ¿Por qué? Tal vez porque le intentó matar o tal vez porque no había cumplido con su palabra, no había matado a Rubén. Su corazón latía rápido, no estaba asustado, la adrenalina lo estaba consumiendo por dentro.

Pero antes de ocultarse, algo llama su atención y es que, hay otra voz. Se asoma ligeramente por una de las ventanas y siente el alma en un hilo, por supuesto que había otra persona y era aquella a la que se prometió ante todo no volver a dañar nunca más.

¿Qué hace Rubén aquí?

Continúa observando y claro, no venía por su propia voluntad, estaba atado de manos. Algo no cuadraba y era la razón por la cuál estaba allí pero mientras pensaba, la puerta de su amplia casa fue derribada de un solo golpe.

Se mueve rápido, corre hasta su armario y del interior saca un chaleco antibalas, colocándolo sobre su cuerpo y guarda en uno de los bolsillos laterales un revolver. Aguanta la respiración y se coloca detrás de una puerta, de una de las tantas habitaciones que había y toma un cuchillo en su mano, levantándolo hasta la altura de su cara esperando así a cualquiera que entrara. 

Pasos es lo siguiente que escucha aproximarse, sonando de fondo un desgarrador grito de Rubén y muerde su labio inferior. La puerta se abre con lentitud y Samuel observa el suelo, viendo como un pie se asomaba pero debía esperar, un poco más... Se abalanza hacia el cuerpo ajeno, enterrando al costado de su cuello el elemento cortopunzante y cubre la boca del hombre con agilidad, atrayendo su cuerpo hacia él para dejarlo tirado justo donde estaba escondido.

Se cambia de habitación, atacando de la misma manera a otro sujeto que ingresa. Sin embargo, fue más complejo ya que él sí intenta pelear y Samuel termina con un ojo morado, un labio roto y media pómulo ensangrentado.

— ¡Samuel! ¡Sé que estás ahí! ¿Te gustaría salir de una vez y terminar el trabajo que dejaste pendiente? Joder, no es necesario que demuestres tus habilidades ahora.

Silencio.

— Te estás transformando en eso que me juraste nunca te convertirías... ¡Sal de una vez, capullo! Vamos, sal ahora o tendré que matar yo al rehén.

Pero solo soy humano, después de todo,
solo soy humano, después de todo,
no me eches a mí tu culpa. (...)

Las manos de Samuel temblaban, su corazón latía más rápido que nunca y sabía que esto no terminaría bien. Aguanta la respiración durante unos segundos y le siente acercarse, muerde su labio inferior percibiendo una ligera capa de sudor sobre su frente.

Lo siguiente es silencio por parte de ambos, sabe que está al otro lado de la puerta.

— Samuel... —En un parpadeo, Paul está frente a él apuntándole a la cabeza con una ametralladora y el menor siente un nudo en su garganta porque era cosa de un minúsculo movimiento y estaba muerto.— Aquí estás, capullo.

El cuello del mencionado es presionado por las manos del ajeno, apegando su espalda contra la pared e intenta moverse, recibiendo simplemente mayor presión y definitivamente, no quería morir asfixiado. Levanta su mano enterrando el cuchillo en la mejilla ajena y es liberado, pero antes de que su accionar fuera mayor, un arma apuntaba directamente a su frente a escasos centímetros.

— ¿A dónde crees que vas? —Responde el mayor, como si se tratara de alguien inmortal quitando aquel elemento cortopunzante de su mejilla y observa como la sangre cae por su rostro, dejando su ropa manchada.— Camina, tenemos un asunto que terminar.

Se limita a obedecer, saliendo de la habitación sin encontrarse a Rubén por el pasillo mientras era aprisionado por Paul. Cerca, en la siguiente habitación había matado a alguien que llevaba un arma con la cual se podía defender y analiza la situación, pero se limita a continuar caminando porque el margen que tenía para moverse sin ser herido era ínfimo.

— ¿Hacia dónde vamos?

— El sótano.

—  ¿Por qué?

— Porque allí, te encargarás de matar a Rubén y luego... —Percibe el arma en contacto directo con su espalda y tensa los músculos de su pecho como reacción.— Te voy a matar yo.

R E H É N • ʀᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀ ᴀᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora